Londres (AFP). Cuando el Manchester United se planteó la sucesión de su mítico entrenador Alex Ferguson, seguro que en el proceso tuvo mucho que ver el hecho de que David Moyes, también escocés, cuenta con un perfil en principio muy similar.
El “nuevo Ferguson” del campeón de la Premier League es un hombre que ahora tiene 50 años y que ha construido una buena reputación de hombre serio, trabajador y respetuoso, a imagen de sir Alex, una leyenda viva para los hinchas de Old Trafford.
Ha pasado once años en el Everton (club del costarricense Bryan Oviedo), donde ha hecho un gran trabajo, pese a que no ha podido regalar un trofeo en este tiempo al equipo de Goodison Park, el “hermano pobre” de la ciudad, a la sombra históricamente del Liverpool.
Moyes, como ha demostrado en los últimos años, es un hombre leal a sus dirigentes, comprensivo con los jugadores, implicado en la formación de nuevos talentos y con motivación más que suficiente para afrontar esta nueva etapa en los Red Devils.
Tras conocerse su noticia, un emblema del Manchester United, Rio Ferdinand, mostró su satisfacción por el carácter y el perfil del técnico seleccionado por el club.
“Nunca hemos tenido ningún problema con él. Es un hombre honesto”, destacó, en alusión a los juegos entre United y Everton del pasado.
Para el seleccionador inglés, Roy Hodgson, Moyes garantiza continuidad con respecto a la etapa de Ferguson, ya que cree que conoce bien cuál es su legado y la filosofía que ha implantado en el equipo.
Seguramente también estará contento con la llegada del nuevo entrenador para la próxima temporada el atacante Wayne Rooney, que se formó en el Everton y se reveló allí entre 2002 y 2004.
Como jugador, Moyes no tuvo una carrera especialmente brillante. Vistió los colores de Celtic, Cambridge United, Bristol City, Shrewbury Town, Dumfermline, Hamilton y Preston North End, entre Inglaterra y Escocia.
Fueron 550 partidos como centrocampista, pero donde realmente se hizo un nombre fue en los banquillos.
Empezó dirigiendo al Preston North End, donde se había retirado como futbolista, y tras seis años captó la atención del Everton, que contrató a un técnico entonces desconocido, pero que pronto convenció a los hinchas.
De 2002 hasta la actualidad, ha vivido temporadas mejores que otras, pero las bases de su proyecto son sólidas y ha logrado, con presupuestos limitados, que el Everton pugne a menudo con equipos con mucho mayor potencial económico.
En el Manchester United tendrá a su disposición una maquinaria muy diferente, mucho más grande y con recursos mucho más poderosos.
El grado de exigencia, eso sí, será también más importante, después de que Ferguson consiguiera, en 26 años al frente del United, 38 títulos, entre ellos dos Ligas de Campeones y 13 ligas inglesas, la última de ellas hace dos semanas.