Líder de victorias y de efectividad en las Grandes Ligas, y firme candidato a un tercer Cy Young de la Nacional. Clayton Kershaw, quien el próximo año será el beisbolista mejor pagado, vale cada dólar que los Dodgers invierten en él.
El zurdo domina a placer las Mayores, con registros que pueden incluso llegar a superar lo que hizo en el 2011 y el 2013, cuando fue el mejor lanzador del Viejo Circuito.
Ganó 15 de sus 21 salidas a escena. Aunque los Cerveceros le rompieron hace poco su gran racha de 13 victorias en fila, encabeza el apartado de triunfos en Grandes Ligas junto a Johnny Cueto (Rojos), Adam Wainwright (Cardenales), y Wily Peralta (Cerveceros).
Y eso que Kershaw no ha tenido un año completamente sano y salió a la lomita en cinco oportunidades menos que Wainwright y Peralta, y seis menos que Cueto.
Es sétimo en ponches, con 184, pero tiene menos juegos que todos los hombres que lo sobrepasan en la estadística. Así que bien podría haber dejado atrás a David Price, el nuevo lanzador de los Tigres, quien acumula 221 strikeouts en 27 partidos y 201 entradas (48 más que el as de Los Ángeles).
Su efectividad, de 1.82, no tiene par y roza la perfección. Es apenas mejor que la del año pasado, cuando cerró la campaña con una inmejorable ERA de 1.83 (el mejor registro de la Nacional desde el 1.63 de Greg Maddux en el lejano 1995).
Clayton es, como se dice en el boxeo, el mejor libra por libra del momento. Con solidos argumentos para pelar no solo por el Cy Young, sino también por el MVP del año.
Carrera gigante. Con todo y lo bien que lo está haciendo Kershaw y el buen béisbol que juegan los Dodgers, la campaña está lejos de ser fácil para Los Ángeles. Los play-off son casi cosa segura, pero el banderín de la División Oeste está lejos de amarrarse y setiembre será una batalla campal con los Gigantes.
“Necesitamos ganar sin importar que los Gigantes están jugando mejor en este momento y nosotros simplemente necesitamos seguir ganando”, comentó Kershaw el pasado jueves después de la ajustada victoria en casa ante los Padres de San Diego, por 2-1.
Solo cuatro victorias y media separan a Dodgers de Gigantes en la cima. Es probable que el perdedor de la carrera acabe como comodín de la Nacional, pero aún así no es lo mismo entrar directo a postemporada que jugársela a un solo partido en el duelo de comodines.
La división seguramente se definirá en los enfrentamientos particulares en setiembre. El AT&T Park de San Francisco recibirá tres partidos entre el 12 y el 14, mientras que el Dodgers Stadium lo hará entre el 22 y el 24, a solo cuatro días del final de la temporada regular 2014 de las Grandes Ligas.