Daniel Casas buscará mañana igualar un duelo particular que tiene con Óscar Ramírez, una lucha de banquillos que hasta la fecha se decanta por el Machillo.
Si bien solo han chocado seis veces y nunca en un clásico nacional, la cuenta entre ambos es ajustada: el uruguayo suma dos victorias en seis juegos ante Ramírez; una menos que las conseguidas por el estratega manudo .
Estando al mando de San Carlos, Casas alcanzó a hilar cinco juegos invicto ante la Liga: primero ante Luis Roberto Sibaja y luego ante el propio Machillo, a quien derrotó en dos oportunidades seguidas durante su debut en el 2010.
Un torneo más tarde y ya con un poco más de colmillo, Ramírez sacó los tres puntos del Carlos Ugalde, en una ajustada victoria 1-2.
Desde entonces, la hegemonía del uruguayo se acabó.
El técnico erizo saldó su siguiente choque en Alajuela con un 0-0 y los venideros dos del Invierno 2011 con sendas victorias, 3-1 y 0-3.
“Los técnicos no jugamos. Esas estadísticas para mí no influyen en nada y nada hago yo con manejar una estrategia o querer contrarrestar otra si los jugadores no me apoyan en la cancha, porque son ellos los que juegan, no yo”, dijo el uruguayo sin detenerse mucho a hablar de esa “rivalidad”.
Y aunque está claro que ni técnicos ni estadísticas juegan; ambas sí se prestan para el análisis.
Por ejemplo: Casas supo plantearle grandes juegos a la Liga con un plantel mucho menos ambicioso que el que ahora tiene en sus manos, pero también bajo un ambiente de menor tensión que ahora.
También se topó a un equipo mucho menos trabajado que este Alajuelense, ya con dos años de proceso continuo y un esquema mucho más depurado que antes.
Por eso el duelo de mañana también será interesante en la propuesta táctica, pues Casas tiene en sus manos un experimento en busca de la consagración pública, algo que, pese a todo, solo el rigor y rivalidad de la Liga le podrá dar.
Difícil. Aún con los números en su contra, Daniel Casas es uno de los pocos estrategas que de verdad le han complicado la vida a la Liga de Óscar Ramírez.
Desde que el Machillo debutó en el 2010, son pocos los que le han encontrado la ‘medida’ a su equipo y planteamiento.
Aparte de Casas, el caso más notable es el de Marvin Solano, quien desde su paso por el extinto Barrio México supo driblar el libreto de Ramírez en la cancha.
Lo más reciente fue su empate con San Carlos en el Morera Soto, un punto al que se le suman otros nueve producto de las victorias con el Barrio, Santos y el último con los Toros del Norte. Ramírez solo lo venció en dos oportunidades.
Casas, en cambio, llegará con el peso de las últimas dos derrotas ante la Liga de Ramírez y su escasa experiencia en clásicos.
Y aunque aseguró que nada de eso le importa o distrae, mañana estará en juego una rivalidad y orgullo que por mucho superan las suyas; mañana se trata del clásico.