Cartaginés 2 - Herediano 3

Herediano se impuso 2 a 3 a Cartaginés, en vibrante cierre

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Cartago . El partido se definió en el terreno de las pasiones. Por eso, Herediano fue abrazo y lágrimas en el centro del campo, cuando el insólito alargue se consumió.

En esa franja del campo, el tímido Daniel Vallejos esgrimió su mejor sonrisa.

Esta vez, el juego duró 106 minutos y no 90. Y él, tras recibir una gran habilitación de Try Bennett, al 104í, la prendió de derecha, desde 30 metros, y la puso a dormir en el portal de Fernando Patterson.

Fue 2 a 3 dramático y la confirmación del Herediano en la cima del Apertura, con nueve puntos en tres presentaciones.

El broche impensado de un partido rico en historias que le contamos ya...

Buen arranque

De entrada, una certeza: la cima está en buenas manos. Herediano tiene una base, columna, figuras, convicciones y una fe inquebrantable.

Ayer, muy temprano, marcó las diferencias que lo separan de Cartaginés, con cuatro hombres en el fondo que no dieron ventajas, dos volantes recuperadores (Vallejos y Cordero), Geovanni Jara convertido en el "socio de todos", un zurdo hábil y encarador como Mauricio Alpízar, y el inquieto colombiano Mario Peralta arriba.

El primer eslabón de la cadena de situaciones insólitas que se vivieron ayer, se produjo al minuto 9. El juez Carlos Fallas señaló como penal una mano de Robert Arias ante remate de Allan Oviedo. Cuando Danny Fonseca se disponía a cobrar, para sorpresa general, el responsable del audio en el estadio arengó a la afición con un "vamos, cantemos todos el gol. Gooollllll...".

El volante central brumoso estampó su derechazo en la red de Morgan, pero el silbatero ordenó la repitición. En apariencia, Danny disparó antes de que el juez sonara el silbato, confundido por el alboroto que armó el irresponsable anunciador pues se llevó su mano al oído derecho. Después, aclararía que repitió por invasión del área.

En la contrajugada, Léster se recostó sobre su izquierda y desvió.

Con un futbol sencillo, pelota al pie y de primera intención, Herediano se puso arriba al 19í. El colombiano Peralta –quien luego se haría expulsar– resolvió con precisión un mano a mano ante Patterson, bien habilitado por Jara. Cartaginés no le encontraba la medida al juego. Sus armadores, César Obando y Kénneth Paniagua, no pudieron encender los circuitos de la pelota, disminuidos por una marca impecable de Vallejos y Rocky Cordero.

Los azules se perdieron, entonces, en un futbol improductivo de pases laterales carentes de profundidad, que Herediano capitalizó bien.

El técnico De Toro introdujo a Hugo Madrigal, en un esfuerzo por apuntalar la sociedad del toque, pero el zurdo pesó poco. Herediano perdió a Peralta, por expulsión, y se replegó ordenado, sumando en defensa tantos hombres como los que le oponía Cartaginés en ataque.

Herediano se fue arriba, al 76í, con un golazo del recién ingresado Sunsing. Wílliam remató desde el costado derecho del área, habilitado por Bennett. La pelota tomó altura y bañó al confiado Patterson. Lo mejor estaba por venir. Con más voluntad que ideas, Cartaginés descontó con un cabezazo de Claudio Ciccia, al 78í.

La anotación animó a los azules, pero el juego entró en un impasse de 10 minutos, por una lesión del portero Morgan. Todos pensaron que se trataba de una treta para perder tiempo, pero cayeron en razón al ver al meta salir en camilla.

Herediano, que había agotado sus cambios con las permutas de Garita, Sunsing y Meléndez, apeló al Rocky . Cordero se atavió con la camisola de manga larga, se puso los guantes y regaló una exhibición de reflejos y valentía, con tres acciones electrizantes.

Cuando el reloj llegó al 90í, el juez Fallas ordenó 16 minutos de reposición, lo cual compensaba el tiempo invertido en la lesión de Léster y en la pérdida intencional de los florenses, en diferentes lances.

Ciccia, de penal, puso los cartones 2 a 2, al 104í.

El festejo carnavalesco que surgió tras la anotación del charrúa, alentó un "Sí se puede, sí se puede..." en los parciales azules, que el derechazo de 30 metros de Vallejos interrumpió, cuando iban 105 minutos.

Uno después, el silbatazo largo de Fallas marcó el fin de un partido definido en el terreno de las pasiones.

Herediano fue un solo abrazo en el centro del campo. Las razones sobrabran: ocho hombres –Meléndez había sido expulsado–, un jugador de campo como arquero y un alargue de 16 minutos.