Aparte de coronar al mejor equipo del planeta, las Copas del Mundo sirven para descubrir, rebautizar y consagrar jugadores.
Sudáfrica 2010 no fue la excepción. Algunos cumplieron o superaron las expectativas que se pusieron sobre sus espaldas, otros cayeron amargamente en el intento.
De aquellos que dejaron buena imagen en el Mundial, La Nación eligió el once ideal, basada en un promedio de las calificaciones que se le otorgaron a cada jugador a través de los 64 compromisos del certamen, por parte de los redactores, colaboradores y el enviado especial del diario en suelo sudafricano.
Encabeza la “alineación” el meta español Iker Casillas (6,85).
En la zona defensiva están el germano Phillip Lahm (6,83), el charrúa Diego Lugano (6,5), el ibérico Gerard Piqué (6,57) y el argentino Gabriel Heinze (6,5).
Los volantes son los teutones Bastian Schweinsteiger (7), Thomas Müller (7,17), Mesut Özil (7,29) y el español Andrés Iniesta (7,67).
Arriba se ubicaron el uruguayo Diego Forlán (7,42) y el holandés Arjen Robben (7,4).
El mejor de todos fue Iniesta, héroe en la final del domingo, seguido por Forlán, a quien la FIFA premió con el Balón de Oro.
Se tomaron en cuenta solo los equipos que quedaron ubicados en las diez primeras posiciones del Mundial, por ende, futbolistas con cuatro o más compromisos.
Ningún jugador brasileño se coló entre las mejores calificaciones.
En el “banquillo” quedaron jugadores como el alemán Manuel Neuer (6,5), el tulipán Wesley Sneijder (7), los “chés” Lionel Messi (7), Carlos Tévez (7), el japonés Keisuke Honda (7,25) y el uruguato Luis Suárez (7,17), superados en puntuación por otros que se desempeñan en su misma posición.
Decepciones. En este equipo ideal no aparecen muchos que antes de la Copa nadie dudaba en incluir.
Algunos se fueron como gran decepción, a otros, simplemente no les alcanzó para llegar largo, que es lo que vale a fin de cuentas.
El principal fracaso lo vivió Wayne Rooney, catalogado como mejor delantero del mundo por su desempeño en la Premier League inglesa y en Sudáfrica no anotó y pasó desaparecido dentro de la alineación de los británicos.
También están sus compañeros Frank Lampard y Steven Gerrard, de un rendimiento un poco mejor, pero no ayudaron a Inglaterra a superar los octavos de final.
Luego está Cristiano Ronaldo en Portugal, quien llegó hasta la ronda de octavos, pero solo brilló en un partido y fue ante el más malo del Mundial, Corea del Norte.
Didier Drogba tampoco fue un baluarte, aunque tiene la excusa de la lesión que lo afectó unos días antes del debut de Costa de Marfil.
El francés Franck Ribery y el italiano Fabio Cannavaro fueron otros dos que no se acercaron a lo esperado, ya que sus equipos ni siquiera pasaron la primera fase.