Al inacabable Jonathan McDonald se lo desearían hasta Alajuelense y Saprissa

El goleador hace de las suyas en un San Carlos que contra todo pronóstico es sublíder del Clausura 2024

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Inacabable. A sus 36 años, Jonathan McDonald corre, presiona, lucha y anota. Cuando los atacantes van de salida, él se da el lujo de anotar uno, dos y hasta tres goles en un juego.

No lo hace solo, por supuesto, sino como el último protagonista de un San Carlos atrevido, sublíder del campeonato contra todos los pronósticos, con dos puntos más que Alajuelense luego del 4 a 0 de este martes sobre el Santos, con triplete de su goleador.

La escuadra de Luis Marín disputa cada pelota, abre juego por las bandas, saca centros efectivos. Sabe tocar, asociarse, llegar por el centro. Sabe también cómo defenderse con todo -innecesario ante Santos- en un juego que pudo haber ganado por más.

Al final, el libreto termina en McDonald, anotador de un triplete que cualquier equipo se desearía, hasta Alajuelense y Saprissa, no pocas veces frustrados de tanto dominio sin gol.

Dirán que no, que su tiempo ya pasó, pero no sobran lo goleadores como él. Con derecha uno, con cabeza dos, con izquierda... Bueno, con izquierda no: su remate de zurda desde fuera del área dio en el ángulo y se negó a ingresar.

McDonald, en su versión 3.0, conserva mucho de sus mejores tiempos, pero sin aquellos frecuentes desenfoques que lo sacaban del partido y lo vestían de villano.

Ahora hasta aprendió a “tragar veneno y convertirlo en gasolina”, según la frase por él utilizada al final del juego en declaraciones a Tigo Sport. Ya no lo inquieta lo que digan. Tampoco ser ignorado para cualquier Selección Nacional cuando no abundan los goleadores. “Ese barco ya partió”, expresa el goleador sin mostrarse apesadumbrado.

Su triplete deja en mera anécdota el fatídico gol recibido por el guardameta santista Luis Barrientos, en remate lejano e inofensivo de Wilberth Azofeifa, que se le fue de las manos cuando intentó atraparlo arriba. Tampoco se hablará mucho del mal ejecutado penal en un intento a lo Panenka de Brian Martínez, que terminó mansamente en las manos del cancerbero. McDonald dejó todo en segundo plano.

Con 179 goles en su carrera, tiene a la vista al que alguna vez parecía inalcanzable, el mítico Errol Daniels (196). Más allá, a lo lejos, se asoma la silueta de Víctor el Mambo Núñez, con una cifra que parece difícil de soñar (146). Con McDonald, sin embargo, ya uno no sabe.