Un voto trascendental

Acciones para eliminar los focos de contaminación en la cuenca del Tárcoles

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Por medio del voto 07-005894 de la Sala Constitucional, los magistrados declararon “con lugar” el recurso de amparo interpuesto por el Partido Garabito Ecológico. En él se ordena a los jerarcas de Minae, AyA, CCSS, Ministerio de Salud, ministro de la Presidencia y a las 34 municipalidades del Valle Central, “que de inmediato adopten las acciones necesarias para eliminar de manera integral los focos de contaminación que existen a lo largo de la cuenca del río Grande de Tárcoles y se tomen las medidas en que ello fuere posible por lo cual deben realizar la coordinación que el caso amerite tendiente a solucionar integralmente el problema objeto de este amparo y que ha originado esta sentencia”.

Además, se condenó al Estado costarricense al “pago de los costos, daños y perjuicios causados con los hechos que sirvan de base a esta declaratoria, los que se liquidarán en ejecución de su sentencia de lo contencioso administrativo”. La sentencia es producto de la denuncia o recurso de amparo interpuesto hace 4 años por miembros de los comités locales del Programa Bandera Azul Ecológica.

Origen de los desechos. En este contexto, es importante anotar que, según los estudios realizados por el Laboratorio Nacional de Aguas y otras organizaciones, la contaminación actual de esta cuenca la causan desechos líquidos domésticos en un 40%, desechos industriales 27%, desechos agropecuarios 16%, desechos sólidos 14% y desechos del café 5%. Estos datos demuestran que, sin duda, esta cuenca es la más contaminada del istmo centroamericano, lo que impacta negativamente en el atractivo turístico de las playas ubicadas en los alrededores de la desembocadura (Azul, Tárcoles y Guacalillo).

El voto o “fallo” de la Sala IV es básico si se logra cumplir el 100% las acciones necesarias para mejorar el ambiente en esta importante cuenca. Por su lado, AyA, aunque es parte de las instituciones denunciadas, ya inició el proyecto “Mejoramiento Ambiental del Alcantarillado Sanitario Metropolitano”, con un costo en su primera etapa (2007-2015) de $270 millones.

Para el éxito. AyA, como ente rector en saneamiento, podría aprovechar el voto para coordinar esfuerzos con las municipalidades y los ministerios del Ambiente y Salud, la ESPH y la CCSS, para minimizar la descarga de desechos líquidos hospitalarios e industriales sin tratamiento a las cuencas de los ríos; para lograrlo, debería usar el instrumento y filosofía del Programa Bandera Azul Ecológica, para organizar las comunidades y cambiar la mala costumbre del costarricense de depositar los desechos sólidos o basuras en las márgenes de los ríos, que más temprano que tarde afectan las playas aledañas a las desembocaduras del Tárcoles. Solo así se podría asegurar el éxito del enorme proyecto del AyA y dar un paso trascendental hacia un verdadero país ecológico.