¡Yo no fui, fue Teté!

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Los costarricenses podríamos vernos obligados a pagar millones de dólares de indemnización por incumplimiento contractual en el caso de la explotación de oro en la zona norte. En un proceso arbitral internacional, la compañía exige una indemnización cercana a los $1.100 millones, equivalentes al costo de diez hospitales como el de Heredia.

La demanda fue presentada ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) (apréndase bien el nombre). Saque la calculadora y afile la punta del lápiz para estimar el monto de las hipotecas que tendríamos que pagar todos los costarricenses de hoy y los que están por nacer.

Infinito Gold es apenas una de las demandas contra de Costa Rica ante el CIADI. También está la de Harken ($57.000.000), yRiteve nos tiene demandados por $40.000.000. Gas Zeta (2013) pide una indemnización por $30.000.000 y Playa Grande (2013) por $49.000.000 más intereses. En el caso de Unglaube (2012), Costa Rica ya fue condenada a pagar una indemnización por $4.000.000, como ocurrió con el dique seco (1998), donde el fallo fue de $15.000.000. A Alterra Partners, del Aeropuerto Juan Santamaría, ya se le pagaron $15 millones. ¿Cómo les fue con la suma?

Pero hay más. OAS exige $45.900.000 de indemnización por el caso de la carretera a San Ramón, pero todavía no lo ha elevado al arbitraje internacional.

Para ponerle un poco de sazón al desaguisado, RECOPE metió $50 millones en el proyecto de la refinería y con lo que hemos pagado por arreglar la bendita platina, hubiéramos podido construir un puente nuevo.

Finalmente y a modo de feria, la ARESEP decretó equivocadamente una rebaja de ¢4 por litro de combustible y el ICE invirtió ¢150 mil millones en un mal sistema celular. Como siempre, los responsables de todos estos desmadres y chapuzas nos dicen: “Yo no fui, fue Teté…”

Uno se pregunta: ¿Cómo puede nuestro país progresar así? Como dice la Ley de Murphy: “Si las cosas están mal, pueden ponerse peor.”