Y ¿la infraestructura portuaria?

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No puede ser que Costa Rica no avance en infraestructura. Nuestro país es de los peores calificados por el Global Competitiveness Report del Banco Mundial, 2012-2013. Entre 144 países, Costa Rica está en el puesto 95 en calidad, 131 en carreteras, 106 en ferrocarriles, 140 en puertos, 60 en aeropuertos, 94 en telefonía móvil y 42 en calidad de servicio eléctrico.

Estas cifras deben preocuparnos y buscar soluciones de corto y largo plazo. La infraestructura y una burocracia ineficiente son los principales factores que afectan nuestro desarrollo. ¿Cuáles son las principales razones que han producido esta paralización? ¿Es lógico que pospongamos por décadas inversiones estratégicas? ¿Estamos acaso metidos en una maraña de trámites y normas legales que nos han estancado como nación? ¿Es, quizás, la falta de recursos financieros o humanos nuestra limitante? ¿Podemos seguir posponiendo las soluciones?

Japdeva. Es preocupante que la última inversión en equipos e infraestructura en Moín fue en el 2002. ¿Cómo es posible que los consumidores estemos tranquilos pagando más de $20.000 diarios por cada día de atraso de los barcos, debido a congestionamientos? Es alarmante que un puerto que maneja el 80% de nuestra carga, tenía limitada su capacidad de endeudamiento a $1 millón. ¿Es acaso lógico que el 73% de los ingresos de Japdeva se vayan en salarios y privilegios? ¿Está incumpliendo Japdeva con su obligación de preocuparse por el desarrollo de Limón? ¿Puede Japdeva ser sostenible con ingresos constantes y gastos crecientes? No cabe duda de que una Japdeva eficiente es clave para el desarrollo de Limón.

Pero, para mejorar su productividad, Japdeva debe renovarse. Con un cambio en la ley de Japdeva y la aprobación de un préstamo por $55 millones, esta institución tendrá oportunidad de comprar equipos nuevos y ampliar Moín. Mejor infraestructura y una nueva cultura le dará a Moín la posibilidad de especializarse en una terminal para atención de buques convencionales, graneleros y mixtos.

Por otra parte, el puerto de Limón se especializaría en atender con calidad a los cruceros, que han caído a la mitad en los dos últimos años por falta de facilidades en el puerto y mejoramiento de la ciudad de Limón y destinos turísticos atractivos. Una ciudad de Limón que tiene un proyecto aprobado hace más de dos años para construir un alcantarillado sanitario, mejorar el ornato, el rescate patrimonial y la pavimentación. No obstante, el avance ha sido menor al 5%. ¿No es vergonzosa esta ejecución en una ciudad olvidada y con gran desempleo?.

APM Terminals. Con el nuevo puerto de APM, Costa Rica estará en capacidad de recibir barcos Post Panamax de 8.000 contenedores, a diferencia de Moín, que solo puede recibir barcos de 2.500 contenedores. Actualmente, por las limitaciones de Moín, debemos recurrir a barcos Feeder, encareciendo nuestros costos de exportación e importación. Con 16 grúas, un muelle de 1.500 metros y una profundidad de 16 metros, estaremos compitiendo en los próximos 30 años con los grandes puertos del Caribe. Este nuevo puerto tiene una inversión que superará los $1.000 millones y se vuelve estratégica para mejorar nuestra competitividad. APM generará más de 300 nuevos empleos directos y 1.500 indirectos, y nos permitirá competir con éxito. Nuevos trabajos, más eficiencia, más competencia, más turismo, más inversión y, ante todo, nuevas oportunidades se generarán con este nuevo puerto.

Los problemas. Es preocupante la oposición de algunos ambientalistas y el Sintrajap, que saben perfectamente que una obra de esta magnitud va a requerir una importante mitigación y compensación ambiental técnicamente soportada. Para este proyecto es válido un control riguroso, pero no es justo no establecer plazos razonables para resolver. Para todos los proyectos importantes de infraestructura, Setena y su profesional equipo técnico deben jugar un papel estratégico, y, para ello, debemos reforzarla con mayores recursos humanos y financieros puntuales.

La empresa holandesa APM tiene varios e importantes proyectos portuarios en el mundo y debemos cumplir mutuamente con los compromisos financieros, legales, de infraestructura, sociales y ambientales asumidos. Este proyecto debe pasar todos los filtros para que esté blindado ante los múltiples recursos legales que nos tienen atrapados. No es válido que el Gobierno no cumpla con la obligación de una nueva vía de lastre y la instalación de puentes bailey que estaban programadas para octubre de este año. Por otra parte, una mayor competencia obligará a Japdeva a mejorar la productividad.

Salidas. No podemos seguir como estamos. Solo si mejoramos nuestra competitividad, lograremos crecer, generar más empleo, mejorar la calidad de vida y atraer nuevas inversiones. La infraestructura portuaria fortalece la industria nacional en su distribución, producción y comercialización. Tener un puerto eficiente para poder recibir los barcos Post Panamax, el mejoramiento de los puertos de Moín y Limón, la ampliación de la ruta 32, con el apoyo de China, y la ejecución del proyecto Ciudad Puerto Limón nos permitirán ser más productivos.

El reto del nuevo Gobierno será concentrar esfuerzos en emprender y finalizar estos proyectos. Es importante que se establezca un consejo nacional de infraestructura para coordinar todas las actividades que involucran el poder hacer obra pública. Costa Rica requiere mayores niveles de inversión en infraestructura, pero, ante todo, un cambio cultural para salir del actual estancamiento. Necesitamos readecuar el marco jurídico actual para facilitar la inversión, mayor transparencia, responsabilidad, mayor planificación, eliminar las contraposiciones de reglamentos y normas, respeto absoluto al medioambiente, certeza jurídica, eficiencia, fiscalización y rendimiento de cuentas. Este es el reto básico para volver a creer en las alianzas públicas y privadas, y en las nuevas inversiones del Estado. No pospongamos las soluciones. Es tiempo de ejecución.