Volvamos a hacer brillar las estrellas

Intelectuales franceses enviaron una carta al ministro de Educación de su país para abogar por los niños

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Un grupo de los más connotados intelectuales franceses, entre ellos Jacques Attali, Élisabeth Badinter, Isabelle Carré, Edgar Morin y Pierre Nora, enviaron una carta al ministro de Educación de su país.

Su propósito no fue un reclamo, ni ninguna huelga o enfrentamiento, sino pedirle que en cada escuela y colegio se concediera más tiempo a la escritura y la comunicación.

Proponen media hora del tiempo lectivo para que los estudiantes la aprovechen en estas labores. La suscriben intelectuales que han estado en las primeras líneas de los debates, pero que hoy, como abuelos, se les parte el alma al ver la falta de capacidad de comunicación de sus nietos.

Lo que subyace es la preocupación de los padres por que sus hijos tengan la capacidad de escribir y comunicarse de manera creativa mediante guiones de radio y televisión, poesías o discursos.

¿Qué ocurrirá mañana si se socavan estas nociones, cimientos esenciales de todo ser humano, de toda sociedad y de toda civilización? Sin olvidar que “la violencia y las fracturas sociales se nutren de la ausencia de palabras y pensamiento”, señalan los intelectuales que se quejan.

El neurocientífico estadounidense William R. Klemm, en la revista Psicología Hoy, publicó recientemente el artículo “La escritura manual aún no ha muerto”.

Escribir a mano, dice el médico, “exige más coordinación óculomanual y un cambio en la conexión cerebral”. Crea también la infraestructura mental que muchos utilizarán más tarde en la vida real.

“La destreza con los dedos se vuelve crucial si el niño quiere tocar un instrumento musical, sobresalir en el deporte, manipular herramientas e incluso manejar el teclado de una computadora”, detalla Klemm. De manera que abramos de nuevo el cielo de la escritura.

jjch98@yahoo.com

El autor es diplomático.