Una inversión muy deseable

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Con motivo de la celebración del Mes de la Ciencia y la Tecnología, así como de la reciente conmemoración del décimo aniversario del establecimiento de la empresa HP en Costa Rica, quisiéramos abrir un espacio para reflexionar sobre algunos de los elementos que, desde la perspectiva del sector, consideramos deseable tener presentes en los procesos de atracción de inversión extrajera directa al país.

En primer lugar, quisiéramos que la inversión extranjera directa sea intensiva en conocimiento; que quien decida invertir en el país es porque fue atraído más por el cerebro que por el músculo, pues valoró más el conocimiento y la inteligencia que la fuerza de los costarricenses. Consecuentemente, esperamos que esté dispuesto a ofrecer buenas remuneraciones por ello.

En segundo lugar, deseamos que lo generado, producto de las operaciones en el país, sea muy sofisticado y de alto valor agregado. Por eso, nos complace que HP haya decidido establecer aquí el único centro de investigación y desarrollo que la empresa tiene en Latinoamérica, el cual cuenta con más de 200 ingenieros costarricenses altamente capacitados, en gran parte apoyados por el Micitt, que hoy diseñan circuitos y otros productos de alta tecnología que se exportan a todo el mundo.

En tercera instancia, consideramos fundamental que estas empresas se vinculen estrechamente y hagan negocios con las empresas locales, de manera que estas últimas les provean no solamente insumos básicos, sino también bienes y servicios de alto valor agregado.

Programas de formación. Asimismo, deseamos que las empresas establecidas cuenten con sólidos y permanentes programas de formación y capacitación, que permitan el crecimiento personal y profesional de los costarricenses que ahí trabajan. De modo que, ante una eventual salida, el trabajador cuente con mayores habilidades, destrezas, experiencia y contactos, útiles para ponerlos en práctica en otra empresa o, incluso, para formar la suya.

Quisiéramos también que estas empresas intensivas en conocimiento tuvieran una fuerte vinculación con las universidades nacionales, contribuyendo a retroalimentar, actualizar y fortalecer los programas de grado y posgrado, colaborando con los centros de investigación nacionales, posibilitando el flujo de profesores y estudiantes, así como proveyendo, para fines académicos, acceso a sus tecnologías.

En sexto lugar, se espera que las empresas tengan una fuerte vinculación con las instituciones del Gobierno, más allá de lo formal, y que contribuyan con los programas de educación, formación y bienestar social, entre otros. Incluso, se esperaría que tuvieran sus propios programas de responsabilidad social dirigidos a las comunidades de su entorno.

Por último, es necesario que estas empresas sean consistentes con uno de los valores más fundamentales de los costarricenses: el ser respetuoso del medioambiente. Por tanto, se espera que las empresas hagan un uso y manejo responsable de sus insumos y sus desechos. Además, en el mundo tan competitivo de hoy, ante igualdad de precios y calidad, ciertamente el ser ambientalmente amigable constituirá un plus.

En fin, esperamos que la inversión extranjera directa tenga como premisa el contribuir a la construcción de un mejor país que el encontrado en el momento de establecerse. Por esto, nuestro reconocimiento y felicitación a HP, que, al igual que varias otras de las empresas aquí establecidas, así lo ha hecho.