Una enorme oportunidad de salvar vidas a bajo costo

La autorización de una nueva vacuna contra la malaria, recomendada por la OMS en octubre, merece ser tratada con el mismo sentido de urgencia que la de la covid-19

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En el 2021, la malaria causó 619.000 muertes; un 77 % de ellas eran niños menores de cinco años y el 96 % en África. Pero ahora, tras décadas de investigación (y varios intentos fallidos), existe una nueva vacuna contra la malaria, llamada R21/Matrix‑M (a partir de ahora, R21), que es eficaz en un 70 o 78 % de los casos.

Aunque se necesitan tres dosis para alcanzar ese nivel de protección, y un refuerzo un año después, la vacuna (un desarrollo conjunto de la Universidad de Oxford y del Instituto de Serología de la India) es barata: su costo de producción es entre dos y cuatro dólares por dosis, comparable al de otras vacunas de uso pediátrico.

Sumando el costo de distribución y administración, se puede decir que la R21 cuesta aproximadamente cinco dólares por dosis. Un estudio reciente indica que vacunar a toda la población infantil candidata en áreas con alta prevalencia de malaria salvaría más de 600 vidas por cada 100.000 niños vacunados y evitaría unos 200.000 casos clínicos (ya que la malaria, una vez contraída, tiende a ser recurrente). Es decir, que sería posible evitar que mueran cientos de miles de niños por unos 3.300 dólares por vida salvada.

En octubre, la Organización Mundial de la Salud recomendó el uso de la R21, y ahora tiene que pasar un proceso de precalificación y obtener la recomendación del Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico sobre inmunización de la OMS. Luego podrá comenzar su distribución internacional a gran escala.

Ayuda para los niños

La R21 está indicada para niños de entre cinco meses y tres años de edad, y en las regiones de África subsahariana con alta incidencia de malaria viven unos 80 millones de niños candidatos a recibirla. De modo que para darles las tres dosis en el 2024 se necesitarían 240 millones de dosis, a las que se sumarían otros 80 millones de dosis de refuerzo en el 2025.

Después de eso, con la población infantil actual ya vacunada, se necesitarían unos 120 millones de dosis para los 30 millones de niños que nacen cada año. Con esto se salvarían unas 450.000 vidas al año.

Salvar una vida por 3.300 dólares es excelente negocio. En Estados Unidos, Medicare cubre el costo de dar diálisis a pacientes de más de 65 años que de otro modo morirían esperando un trasplante de riñón.

Hace quince años, economistas de la Universidad Stanford y de la Escuela Wharton calcularon que el costo promedio por año de vida ganado, ajustado por calidad de vida, era 129.000 dólares.

Si actualizamos esa cifra por la inflación (dejando a un lado el hecho de que los precios de los tratamientos médicos han aumentado más que otros), el costo hoy ascendería a 182.000 dólares (por un solo año más de vida).

En comparación, si calculamos que cada niño salvado por la vacuna contra la malaria tendrá una expectativa de vida de 50 años (y es un cálculo conservador), el costo por año es 66 dólares.

Incluso en una comparación internacional (y no solo con Estados Unidos), salvar una vida por 3.300 dólares es una ganga. Los programas más eficientes con respaldo empírico que ha podido hallar la importante organización de evaluación de donaciones GiveWell cuestan entre 3.500 y 5.500 dólares por vida salvada.

A modo de ejemplo, la Fundación Contra la Malaria (que también está entre las mejores organizaciones benéficas evaluadas por The Life You Can Save) protege a los niños de esta enfermedad distribuyendo redes cubrecama contra los mosquitos; cada red cuesta unos pocos dólares, pero el costo de distribuir una cantidad suficiente para salvar una vida asciende a más de 4.000 dólares.

Acelerar la autorización

Cuando se desarrollaron las primeras vacunas contra la covid‑19, la prioridad de los gobiernos fue acelerar su paso por el proceso regulatorio. Normalmente, a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos le lleva unos diez meses autorizar el uso de una vacuna nueva, pero aprobó la Pfizer en rapidísimos 21 días; y la autorización de la de Moderna llevó apenas 19 días.

El proceso de precalificación de vacunas de la OMS normalmente toma 270 días desde el momento de la recomendación. Es una demora inaceptable. La OMS tiene que acelerar el proceso y publicar una estimación de cuánto llevará la precalificación.

1Day Sooner (”un día antes”) es una organización que se fundó para representar a personas dispuestas a participar en ensayos de vacunas con seres humanos para acelerar su desarrollo.

Cuando se creó, en marzo del 2020, el objetivo de la organización era conseguir una vacuna contra la covid‑19: tenerla lista un día antes significaba, literalmente, salvar miles de vidas. Muchos integrantes de la organización y una proporción importante de los voluntarios pertenecen a la comunidad del altruismo eficaz.

Ahora la misión original de la organización se ha extendido a alentar el desarrollo eficiente de tratamientos con potencial para salvar vidas y lograr su distribución rápida y justa.

Como parte de este nuevo objetivo, 1Day Sooner creó el programa 1Day Africa, con el que busca promover la vacunación en el continente fortaleciendo la capacidad científica y de fabricación local de vacunas en África.

Los integrantes de 1Day Africa temen que al momento de evaluar la seguridad y eficacia de la nueva vacuna contra la malaria, la OMS y los gobiernos nacionales no tengan el mismo sentido de urgencia que se aplicó a las vacunas contra la covid‑19.

Por eso están tratando de lograr que en el 2024 se produzca la mayor cantidad posible de dosis de la R21 y se acelere su administración para evitar millones de casos de malaria y salvar cientos de miles de vidas.

Todavía no se conocen algunos datos, por ejemplo, el tiempo que demorará el proceso de precalificación de la OMS y la rapidez con que podrá producirse la cantidad necesaria de dosis. Pero una cosa debería estar clara: no salvar vidas de niños africanos cuando cada una de ellas solo costará 3.300 dólares es vaciar de sentido nuestra retórica sobre el valor igualitario de todas las vidas humanas.

Peter Singer es profesor de bioética en la Universidad de Princeton, fundador de la organización The Life You Can Save.

© Project Syndicate 1995–2023