Un paso para la facilitación del comercio

Costa Rica no puede dejar de avanzar hacia un comercio más ágil y rápido

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Vivimos en tiempos de incertidumbre en los que el Reino Unido se decide por el brexit y se reactiva la agenda nacionalista con el triunfo del discurso territorialista del presidente Trump. Ambas situaciones parecieran oscurecer el camino por el cual el mundo ha transitado durante años hacia una mayor apertura comercial, una mejor inclusión y un desarrollo equilibrado. Pero Latinoamérica, y particularmente Costa Rica, como una economía pequeña y dependiente de mercados mundiales, no puede dejar de avanzar hacia un comercio más ágil y rápido.

Algunos han apuntado a las consecuencias negativas que trae la globalización en términos de las disparidades económicas y de la mala distribución de la riqueza, pero olvidan que no son consecuencias de la globalización, sino de las políticas nacionales que la acompañan. Por el contrario, la inserción de las economías en el mundo ha permitido que alcancen mayor riqueza, mejores trabajos para todos, facilidades de acceso a la información y, en general, oportunidades de empleo para sus poblaciones.

Precisamente para continuar en la senda del progreso de las naciones, es que las organizaciones internacionales han hecho un llamado a liberar el comercio y a mejorar las prácticas internacionales hacia mayor transparencia y menores obstáculos.

El Banco Mundial y la OMC en sus informes citan que los mayores obstáculos al comercio son el proteccionismo y las medidas llamadas no arancelarias, por lo que para contrarrestar estas dificultades promueven activamente la facilitación del comercio.

Acuerdo firmado. Como parte de esos esfuerzos se firmó el Acuerdo de Facilitación del Comercio de la OMC, en el cual se agregan medidas importantes como, por ejemplo, la posibilidad de hacer declaraciones de aduanas electrónicas, la unificación y armonización de documentos aduaneros, la creación de ventanillas únicas para procedimientos de importación y de exportación, la creación de registros únicos que sean reconocidos en diferentes países del mundo, el levante rápido de mercancías y el reconocimiento de la figura de los Operadores Económicos Autorizados.

No obstante, todas esas medidas deben ir acompañadas de una facilitación real, no solamente por medio de la ratificación del Convenio, sino en su aplicación por parte de las aduanas nacionales, las cuales se deben perfilar como controladoras del paso entre fronteras, en lugar de fungir como obstaculizadoras de ese comercio.

Particularmente para Centroamérica es importante esta facilitación después de que la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca) en su Monitor de Comercio para el tercer trimestre del 2016 señaló que el flujo del comercio internacional en la región sufrió una contracción interanual del 2,1% en las exportaciones y del 4,1% en las importaciones, debido principalmente a la caída en exportaciones a mercados no tradicionales.

Esto refleja obstáculos serios que enfrentan las empresas en sus procesos de exportación e importación, sistemas obsoletos, falta de capacitación en todas las áreas relacionadas con el comercio y, en general, una falta de normativa y de una práctica hacia la facilitación.

Urge ratificación. En ese sentido, con miras al progreso del país, es fundamental la ratificación de Costa Rica del Acuerdo de Facilitación del Comercio de la OMC que se encuentra en la Asamblea Legislativa pendiente de aprobación, la puesta en funcionamiento de figuras como la del Operador Económico Autorizado de forma transparente y con consecuencias prácticas palpables y, en general, el mejoramiento de la gestión de las aduanas para que los procesos sean cada día más ágiles, transparentes y expeditos.

La autora es abogada y profesora.