Todo esfuerzo tiene su recompensa

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En algunas universidades públicas y privadas, nos hemos impuesto como meta lograr la acreditación de nuestras carreras por parte del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (Sinaes).

La tarea no es fácil. Son muchos los requisitos y el camino largo pero, al final, la satisfacción es grande. La acreditación comprueba la excelencia académica que se brinda a los estudiantes.

En los países más desarrollados, que han demostrado poseer los mejores sistemas de enseñanza universitaria, la acreditación de carreras es fundamental y hasta obligatoria, lo que garantiza que los futuros profesionales cuenten con un sistema de enseñanza de calidad.

Muy bien hace la Sala Constitucional en recordarle al Servicio Civil su obligación de dar un puntaje adicional a los graduados de carreras que gozan de esta condición. Así está dispuesto en la Ley de Fortalecimiento del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior. Entonces, ¿por qué no cumplirlo?

El fallo de los magistrados señala que dicha acreditación cumple con el fin primordial de fomentar la calidad de la educación superior costarricense y elevar la calidad del recurso humano que se contrata. Es por eso que este fallo deberá aplicarse en los próximos concursos de plazas que haga el Servicio Civil para el sector público.

Puntaje extra. La Ucimed se siente orgullosa de estar en la lista de universidades con carreras acreditadas por el Sinaes, al tener reacreditadas las carreras de Medicina y Farmacia. Nuestras otras carreras, que son más jóvenes, se imparten con los mismos estándares de calidad y estaremos realizando las acciones necesarias para que, en el momento oportuno, también logren la acreditación.

Las autoridades de todas las universidades públicas y privadas debemos comprender que formar profesionales implica una gran responsabilidad. No se trata solo de abrir aulas: hay que escoger a los mejores profesores, elaborar los currículos académicos más completos y actualizados y dotar a los estudiantes de los mejores y más modernos laboratorios, donde puedan prepararse de manera excelente para servir a su país.

Aplaudo el fallo de la Sala Constitucional porque ese puntaje extra del Servicio Civil para graduados de carreras acreditadas viene a representar una recompensa al esfuerzo de las casas de enseñanza superior comprometidas con la formación de excelencia; aquellas que lejos de ver a la educación como un negocio, la respetan y fortalecen porque saben que es el puente que se ha de atravesar para tener una mejor calidad de vida. “La excelencia académica no es negociable”.

La educación es lo más sagrado que tenemos y por eso vale la pena invertir en ella y hacerla cada día mejor. Concluyo con una frase del psicólogo y experto en temas de Cultura Organizacional Ricardo Combariza: “Un pueblo puede tener piedras, garrotes, pistolas o cañones; aun así, si no tiene libros, está completamente desarmado”.