Thelmo Vargas: Perspectivas económicas selectas

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La “regla del 72” resulta adecuada para determinar cuántos años son necesarios para duplicar un capital que se invierte a una tasa determinada de interés compuesto.

La regla pide dividir el número 72 entre la tasa de interés anual. Así, por ejemplo, si la tasa fuera del 7,2% anual, la inversión se duplicará en diez años; si fuera una mísera del 1%, se tendría que esperar 72 años para ver duplicada la inversión inicial. La regla del 72 es también útil para analizar los posibles cambios que experimentan las economías del mundo.

China, que en el pasado reciente creció a tasas cercanas al 10% anual, prácticamente duplica su tamaño cada siete años, mientras que la economía salvadoreña, que en el último lustro ha crecido a razón del 2% anual, requiere 36 años para experimentar lo mismo. El alto crecimiento de China hizo que, según datos del Fondo Monetario Internacional, recientemente pasara a constituir la mayor economía del orbe, con 16,3% del valor de la producción mundial de bienes y servicios (PIB), lo cual se compara con un 16,1% de los Estados Unidos y un 12% de la Eurozona.

Latinoamérica cuenta con un 8,7%, y de ella Brasil y México son las economías más grandes, con tres y dos por ciento de la economía mundial, respectivamente.

El factor petróleo. La baja significativa en el precio internacional del petróleo y sus derivados produjo ganadores y perdedores. Países importadores, como Costa Rica, vieron crecer su poder de compra, mientras que países exportadores, como algunos del Golfo Pérsico, Venezuela, Ecuador y Rusia, que dependen fuertemente de esa materia prima, experimentan serios problemas.

La economía de Venezuela, por ejemplo, cayó un 4% en el 2014 y se espera que caiga más este y el próximo año. Brasil prácticamente no crece desde el 2013 y está sumido en una gran crisis de confianza en su Gobierno. Argentina, con Cristina de Kirchner al mando, corre una suerte similar, y la inflación anual está cercana al 20%; en Venezuela, casi llega al 100% y, además, el desempleo supera el 12%.

Rusia enfrenta no solo problemas por el precio del petróleo, sino de orden geopolíticos también, que han propiciado una devaluación de su moneda cercana al 50% respecto al dólar de los Estados Unidos.

La baja en el precio del petróleo y la devaluación del euro han dado un ligero aire a las economías que conforman la Eurozona, pues han estimulado la demanda interna y facilitado sus exportaciones.

En el caso de los Estados Unidos, la reducción en la factura petrolera ha constituido un estímulo similar a un aumento generalizado de sueldos, pero la revaluación del dólar respecto al euro y al yen ha operado en el sentido contrario. Sin embargo, dado que la dependencia del comercio exterior es baja relativa al PIB, el efecto sobre sus exportaciones no ha sido significativo.

Crecimiento y empleo. Se espera que la economía mundial crezca, durante este y el próximo año, a tasas cercanas al 3,6% anual.

El empuje mayor lo procuran las economías emergentes de Asia y, un tanto, los Estados Unidos, pues el crecimiento esperado de la Eurozona es parecido al de El Salvador. En América Central, la economía panameña es la de mayor crecimiento y, con solo un ligero bajonazo en el 2009, en la última década ha crecido a una velocidad similar a la china.

Quien visitó Ciudad de Panamá por última vez hace siete años, posiblemente no la reconocerá si la visita ahora. Un país con alto crecimiento es capaz de producir muchas oportunidades de empleo y, si la política fiscal está bien dirigida, también será capaz de reducir, de manera significativa, la pobreza de sus habitantes. El autor es economista. Fue ministro de Hacienda de 1990 a 1991, directivo del Banco Central y vicepresidente del Banco Internacional de Costa Rica.