Sísifo da nombre a nuevo trastorno laboral

Quienes padecen sisifemia laboran jornadas extenuantes y su círculo social se reduce a los compañeros de trabajo

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Los médicos españoles José Manuel Vicente y Araceli López Guillén, especialistas en medicina evaluadora y pericial, describieron un nuevo trastorno laboral en el 2022 y acuñaron el término sisifemia.

Se trata de la falta de equilibrio en las relaciones laborales, la ambición obsesiva, el estrés crónico y el cansancio patológico. Como Sísifo, obedece al esfuerzo inútil e incesante al que alude Albert Camus. Sísifo, según la mitología griega, fue castigado con la pérdida de la vista y a subir a la cima perpetuamente con una piedra, para que esta cayera y Sísifo volviera a subir de nuevo con ella, sin sentido ni consciencia.

Muchas personas hacen de su vida laboral, absurdamente, un todo, sin ver que como seres humanos hay otras facetas que satisfacer, explorar y complementar en equilibrio con sus funciones.

Lo peor es no ser conscientes por quedar inmersos en el círculo vicioso de la sisifemia. He sido testigo, en 40 años de trabajar tanto en lo privado como en lo público, de cómo trabajadores sufren estrés e infartos, pérdida de capacidades cognitivas, la vista y matrimonios debido a la falta de descanso y tiempo para alimentarse. La consecuencia es diabetes, hipertensión, mal humor, insomnio y hasta muerte.

El fenómeno se explica como un mal de la salud cuando se labora obsesivamente, con ambición, autoexigencia y perfeccionismo para quedar bien con el jefe y mantenerse en el puesto; o por deseo de reconocimiento y en una competencia eterna. La persona padecerá después graves consecuencias tanto físicas como mentales.

Son empleados que padecen un trastorno laboral mental —si es válido utilizar este vocablo— porque no descansan por miedo a perder su supuesta influencia laboral. Sin embargo, lo penoso es que nunca terminan de completar sus tareas, están condenados, según su entender, a alcanzar objetivos inalcanzables, a pasar dentro de un círculo no obstante su esfuerzo.

De acuerdo con estudios médicos, “quienes padecen sisifemia no pueden distanciarse del trabajo en sus días de descanso. Tampoco cuando se meten en la cama, porque su cabeza, con el paso de los días, se ha configurado para rumiar de forma automática y constante sobre las tareas pendientes, sobre lo que podría haber hecho mejor o sobre si ha respondido bien al jefe o no”.

Optan por trabajar jornadas extenuantes y su círculo social se reduce a lo que tiene que ver con sus labores; se sienten mal al caer en el ocio social, ese lujo no es para ellos.

He aquí una alerta para la ciudadanía y, en especial, para la seguridad social y los órganos estatales responsables de la conducción y protección de la salud pública. No hay que afanarse “alma mía, por una vida inmortal, pero que agota el ámbito de lo posible”, escribió Albert Camus en el ensayo El mito de Sísifo.

erickbriones18@gmail.com

El autor es doctor en Derecho Laboral y profesor universitario.