Senara: agua, tierra y su gente

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El Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (Senara) celebra 30 años de positiva gestión del agua asociada a la vida y el desarrollo de Costa Rica.

En razón de este acontecimiento, me permito abordar el origen, evolución y expectativas de esta importante entidad pública.

El Senara se constituye mediante la Ley 6877 del 18 de julio de 1983, con el propósito de ser la entidad estatal con potestades legales para “Fomentar el desarrollo agropecuario en el país, mediante el establecimiento y funcionamiento de sistemas de riego, avenamiento y protección contra inundaciones”. Además, se le asignó la función de “investigar, proteger y fomentar el uso de los recursos hídricos del país, tanto superficiales como subterráneos”.

Para cumplir con esas responsabilidades, en el gobierno de don Luis Alberto Monge (1982-1986) la entidad se conformó modificando el “Servicio Nacional de Aguas Subterráneas” (Senas), aportando su capital humano y recursos económicos, físicos y programáticos, e incluyendo el Departamento de Ingeniería Agrícola del Ministerio de Agricultura.

Después de una intensa labor, hoy disfrutamos de un Distrito de Riego Arenal Tempisque (DRAT), donde se han invertido $60 millones en 255 kilómetros de canales, 252 kilómetros de caminos y 90 kilómetros de drenajes, dotando de riego a 27.000 habitantes y dando servicios de agua para piscicultura a cerca de 700 hectáreas, favoreciendo a unas 1.000 familias de Cañas y Bagaces.

El valor de la producción del DRAT es de unos ¢80 mil millones anuales, incluyendo los cultivos de arroz, caña de azúcar, pastos, melón y acuicultura de tilapia.

Por otro lado, en pequeñas áreas de riego de las regiones Huetar Atlántica, Norte y Brunca, se han construido proyectos que abarcan alrededor de 30.000 hectáreas, beneficiando a 12.840 familias productoras y aportando a la producción nacional unos ¢52.000 millones anuales.

Investigación y protección. En su función de investigar y proteger las aguas subterráneas, Senara ha realizado importantes estudios de los acuíferos más relevantes del país, promoviendo propuestas para su manejo y para asegurar el recurso hídrico a corto, mediano y largo plazo. Al mismo tiempo, ha consolidado la “Base nacional de pozos”, que está a disposición de todos los ciudadanos por Internet.

Actualmente se desarrolla el Programa de Gestión Integrada del Recurso Hídrico (Progirh), con un préstamo del BCIE de $35,14 millones, para habilitar 8.800 hectáreas en el DRAT con la construcción del canal del Sur (tramo 2), para incrementar en 2.000 hectáreas el área de riego en beneficio de pequeños productores en las zonas bajas del país, en el 2015.

Para el futuro inmediato, se deberán desarrollar investigaciones de los acuíferos claves para el desarrollo nacional, ubicados en la margen derecha de los ríos Virilla y Grande y los acuíferos costeros de Guanacaste en Brasilito y Tamarindo, entre otros.

Dos desafíos. Como se observa, el aporte de los funcionarios del Senara al desarrollo del país ha permitido gestionar el agua, la tierra y su gente. Quizás los dos desafíos más importantes para un futuro inmediato son, primero, lograr el ordenamiento de los usos del agua, impulsando la aprobación del nuevo proyecto de la Ley de Aguas y, segundo, coordinar con otras entidades del Estado, como el ICE, AyA y Minae, para diseñar y ejecutar proyectos con varios propósitos: riego, generación hidroeléctrica y agua para consumo humano y piscicultura. Solo trabajando en equipo lograremos garantizar el futuro a las nuevas generaciones.