Seguimos logrando éxitos en salud

El país no debe dormirse en los laureles, debe continuar a la delantera en los indicadores

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En setiembre del 2015, tuvo lugar una importante reunión en la cual los Estados miembros de la ONU participaron en la denominada Cumbre para el Desarrollo Sostenible. Ahí se aprobó la Agenda 2030, que incluyó 17 objetivos, los cuales tienen como meta combatir la pobreza hasta llevarla a su fin, luchar contra la desigualdad y la injusticia y hacer frente al cambio climático.

Los 17 objetivos de desarrollo sustentable (ODS), igualmente denominados objetivos mundiales, se basan en los más conocidos Objetivos de Desarrollo del Milenio, adoptados en el 2000, donde los Estados miembros firmantes se comprometieron a alcanzar estos últimos en el año 2015, en tanto que para los primeros, el plazo llega hasta el 2030.

Es en este escenario que los responsables del Estudio de la carga global de la enfermedad, lesiones y factores de riesgo , magno trabajo de investigación que viene desarrollándose y publicándose periódicamente desde hace varios años, abordando el tema de diagnóstico de la situación de salud en el mundo, produce e incluye en su informe del 2015 un índice basado en los indicadores de salud escogidos por los autores de los ODS, los cuales se reproducen mejorados cuando aparece su informe del 2016, con el objetivo de evaluar el progreso de dichos objetivos.

Indicador global. De los 50 indicadores iniciales se escogieron 37, y cada uno de ellos recibió una valoración de cero a cien puntos. Para construir el indicador global, se tomó la media geométrica de todos ellos.

Los resultados de este estudio aparecieron en la edición de The Lancet del 12 de setiembre pasado, en conjunto con otros trabajos de la Carga de la Enfermedad.

Cuando el análisis se hace por país, Costa Rica aparece en un destacadísimo lugar, pues ocupa el puesto 38 (70 puntos), empatando con Portugal, pero por encima de países como Luxemburgo, Cuba, Grecia, Croacia, Uruguay y Hungría.

De hecho, es el país mejor evaluado de América Latina. A escala global, el primer lugar lo ocupa Singapur (87 puntos) seguido por Islandia, Suecia, Noruega y Holanda. El peor lugar lo tiene Afganistán, acompañado por la República Centro Africana y Somalia.

Este meritorio logro se suma a otros que recientemente ha alcanzado Costa Rica en el sector salud, como una expectativa de vida para las mujeres de 83,5 (la más alta del mundo la tiene Japón con 86,9 años) y de 78,5 años para los varones (en este caso, la más alta del mundo corresponde a Singapur con 81,3); una expectativa de vida para las mujeres que llega a los 65 años de 22,3 años y de 19,5 para los varones.

Otro indicador en que sobresale Costa Rica es el de años vividos saludablemente (siglas en ingles HALE). En este caso, para las mujeres, resultó ser 72,85 años (la más alta le correspondió a Singapur con 75,2), en tanto que para los varones fue de 69,52 años (en varones la obtuvo nuevamente Singapur con 72).

Lo anterior significa que una mujer costarricense cuando nace en estos momentos puede esperar llegar a vivir en promedio 72,85 años relativamente sana. Todos los datos anteriores corresponden al año 2016.

Otro estudio. Por otra parte, el Instituto de Métricas y de Evaluación de Salud de la Universidad de Washington, de donde provienen la mayoría de los estudios de carga global de la enfermedad, clasificó también a los países de acuerdo con la calidad de su información estadística, utilizando estrellas, en una escala de cero a cinco.

A los peor considerados se les otorgó cero estrellas (44 países) mientras que a los que pertenecían a la más alta categoría se les asignó cinco estrellas (25 países). Costa Rica estuvo entre estos últimos selectos países.

Estos logros en salud deben protegerse para evitar retrocesos. Ello implica que el Estado debe continuar privilegiando la asignación de recursos de toda índole para el sector, velando por su aplicación transparente y eficiente.

Particular atención debe darse a la formación idónea de recursos humanos, como salubristas, administradores de hospitales, epidemiólogos, ingenieros sanitarios, especialistas clínicos y cirujanos, personal de otras profesiones, auxiliares y técnicos. El país no debe dormirse en los laureles y más bien está en la obligación de continuar a la delantera de las naciones que ostentan los mejores indicadores de salud.

El autor es médico.