Sector turismo es hipócrita con el deporte

Es posible convertir a Costa Rica en ‘hub’ deportivo para generar ingresos

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La discusión del proyecto de ley 19.468 ha propiciado el envío de una serie de cartas y memorandos de parte de autoridades del sector turismo a los diputados, donde se alerta del desastre que causaría aprobar un aumento de $4 al impuesto de salida para invertir en el deporte, debido a que disminuiría nuestra competitividad frente al resto de países del área.

Decimos que el sector turismo es hipócrita porque, mientras da la batalla contra esta fuente de ingreso para el deporte, durante el último año ha explotado la imagen de Keylor Navas en la campaña Esencial Costa Rica para la promoción del turismo en el exterior.

Autoridades de diferentes instituciones turísticas han expresado que no hay relación entre turismo y atletas o que “este es un impuesto que no le aporta al sector turismo como tal”.

Eso no es cierto. Canadá, por ejemplo, generó $1.800 millones durante el 2016 en ingresos provenientes del turismo deportivo externo. Si se toman en cuenta los montos generados por el turismo local, habría que sumar a ese monto $4.724 millones más.

Según Rick Traer, director ejecutivo de la Alianza Canadiense para el Turismo Deportivo, Canadá fue anfitrión de 43 actividades deportivas internacionales durante el 2016, más que cualquier otro país en el mundo. Combinados con el gran número de actividades nacionales y regionales ubicadas en diferentes comunidades a lo largo y ancho de Canadá, el turismo deportivo ha traído beneficios económicos significativos para las ciudades sede, como generación de empleos y promoción del voluntariado; además, deja como legado nuevas y renovadas instalaciones deportivas.

Ganancias. Nuestras instituciones turísticas parecen ser las únicas en el mundo que no han podido reconocer las numerosas externalidades positivas que traen las actividades deportivas para las comunidades anfitrionas y para el país en general.

¿Acaso no saben que cuando se organiza una actividad de calibre internacional los atletas que llegan al país benefician con sus dólares a hoteles, restaurantes, pequeños comercios y artesanos, entre otros? No solo vienen atletas a competir; muchos de ellos vienen acompañados de un grupo de entrenadores, familiares y hasta de aficionados que también visitarán parques nacionales y conocerán de nuestra cultura y, sí, pagando impuestos de salida del país.

En el artículo de Mahfoud Amara titulado Pilares de la estrategia deportiva internacional de Catar, el autor explica la forma como este país de la península arábiga ha empezado a diversificar su economía por medio del deporte.

Son cuatro los pilares fundamentales sobre los que se basa la inversión de Catar en deporte: 1) inversión directa en la industria deportiva; 2) convertir a Catar en anfitrión de las actividades deportivas internacionales más importantes; 3) desarrollar el deporte de alto rendimiento; y 4) diplomacia deportiva.

La organización en el 2006 de los Juegos Asiáticos y lograr ser los anfitriones del Mundial FIFA 2022 son solo dos ejemplos de como este Estado se está alejando de su dependencia de las ventas de gas y petróleo y apostando por nuevas fuentes de ingreso para las décadas venideras.

Beneficios. La inversión en el deporte de alto rendimiento trae beneficios en otras áreas como salud y seguridad ciudadana cuando se toman en cuenta los programas que se pueden desarrollar para la promoción de estilos de vida saludable y la prevención de la delincuencia, algo en lo que todos los partidos políticos y cualquier gobierno estaría de acuerdo y es ampliamente reconocido entre la sociedad civil.

Es urgente que el gobierno, los diputados, la empresa privada y la población en general empiecen a reconocer la oportunidad que trae una inversión sostenida en deporte de alto rendimiento. No apreciar la ubicación estratégica de nuestro país para catapultarse como hub deportivo es darle la espalda a la superación personal de miles de costarricenses, no solo los deportistas.

El autor es seleccionado nacional de esgrima.