¿Quién podrá defenderlos?

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Resulta que no solo el gobierno aflojó ante los autobuseros, sino hasta el recién estrenado regulador general. Con apenas un mes en la silla, don Roberto Jiménez, congeló la aplicación de un nuevo modelo tarifario para “analizar alcances de la nueva metodología”. ¡Recórcholis! ¿Cómo que “aclarar dudas” si Aresep se ha gastado una millonada en seis años para diseñar, estudiar, consultar y presentar el nuevo modelo?

Lo extraño es que don Roberto tomó la decisión dos semanas después de recibir a los buseros, acompañados por el diputado Gerardo Vargas, del Frente Amplio, quienes llegaron con un rotundo “no”.

Es hora de que los usuarios de buses abran los ojos, se informen y se organicen para defender sus intereses porque ya no queda quién lo haga. En cuestión de dos semanas un poderoso grupo de buseros logró echar al viceministro de Transportes que intentaba ponerlos en orden; consiguieron que el presidente, Luis Guillermo Solís, le diera más largas a la sectorización de buses y al cobro electrónico y que el regulador mandara a estudio lo reestudiado en seis años.

El ex regulador general, Dennis Meléndez, resumió en una frase el porqué la oposición a la nueva fórmula. “¡Qué injusticia más grande se está cometiendo con los usuarios de buses! Se sospecha que las tarifas actuales, fijadas con una metodología obsoleta (de hace 20 años), en muchos casos pueden ser hasta un 40% más altas de lo que deberían”.

Pero el meollo no estaría solo en que ciertas tarifas están exageradas, sino que el nuevo modelo dice que el cálculo de pasajeros movilizados por cada ruta saldrá de “estudios técnicos” y no de los buseros. Sí, porque hoy la Aresep confía en los transportistas: ellos dicen si llevan mucha o poca gente. Y las tarifas se calculan así: a más pasajeros, menor tarifa; a menos, más alta. ¿¡!¡!?

En fin, si durante 17 años se ha impulsado la sectorización; si en 10 años se ha coordinado el cobro electrónico y si en 6 años se ha trabajado en un nuevo modelo tarifario, no hay más que hablar, porque, a más parla, más tiempo sin nada. De ahí que en el presidente Solís, en el MOPT y en el regulador sería deseable ver firmeza para defender el interés ciudadano; en los usuarios de buses es urgente verles más atentos y organizados ante tanto atropellos a sus intereses.

El autor es jefe de Redacción en La Nación.