Protagonistas de la salud

La presidenta de la CCSS y la ministra de Salud poseen poco conocimiento del área en que se desempeñan

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Una abogada es la presidenta de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y las dos ministras de Salud en la presente administración poseen poco conocimiento en este campo.

Pero además, el presidente, Rodrigo Chaves, ha escogido para estos puestos a profesionales con un perfil muy inferior a nombramientos previos, como por ejemplo los doctores Elías Jiménez, Guido Miranda e Ileana Balmaceda Arias en la CCSS; Edgar Mohs, Juan Jaramillo y María Luisa Ávila, en Salud.

La diferencia es abismal. En la época en la que mi tío el Dr. Mohs laboró para el Ministerio de Salud, la mortalidad infantil, definida como el total de defunciones de menores de un año por cada 1.000 nacidos, bajó de 50,8 durante el quinquenio de 1970-1975 a 18,7 de 1980 a 1985 (lo que define el Dr. Mohs como el segundo de tres paradigmas).

A partir de ese quinquenio, el descenso de la mortalidad infantil ha sido mínimo, y se mantiene entre 8 y 9 defunciones por cada 1.000 nacimientos, con un rango que oscila entre 7,52 en San José y 11,6 en Puntarenas.

Reducir la mortalidad infantil a cifras inferiores a 10 por cada 1.000 nacimientos requiere mucho trabajo, pues en la mayoría de los casos la muerte en este grupo etario está asociada a problemas durante la gestación o a malformaciones congénitas; sin embargo, es inadmisible que no haya bajado en los últimos 10 años y muy lamentable la inanición con la que se trata el problema.

Igualmente lamentable es la situación en la CCSS, en donde los problemas son gigantescos. Persisten las discusiones respecto a los hospitales de Limón y Cartago (entre otros), las largas listas de espera son un mal crónico y los médicos migran a la práctica privada.

¿Por qué ocurre todo esto dentro de la CCSS? La situación de los hospitales y las listas de espera son un problema que debe ser resuelto entendiendo la diversidad regional, y las soluciones pueden ser diferentes según la zona, mientras que las listas de espera precisan un análisis complejo, que tome los incentivos académicos y científicos, actualmente ausentes dentro del sistema de la seguridad social.

La patología en la CCSS es fascinante y debería ser un aliciente para que los médicos trabajen en ella, solo ahí pueden desarrollar su potencial científico.

La CCSS y el Ministerio de Salud deberían fomentar y no necesariamente obligar a que los médicos quieran trabajar en sus clínicas y hospitales. Los pacientes con enfermedades complejas deberían ser suficiente motivo para que los médicos quieran analizarlas, no solo desde el punto de vista científico y analítico, sino porque les brinda la ocasión de hallar opciones terapéuticas novedosas, producto de la dinámica de esta.

La CCSS requiere trabajo y análisis multisectorial, incluidos médicos, epidemiólogos, especialistas en ciencias básicas y farmacólogos, entre otros. Desgraciadamente, no creo que la presidenta o la ministra de Salud actuales entiendan los problemas sanitarios. Aunque, obviamente, el tiempo dirá si tengo la razón o no.

adriano.arguedas3@gmail.com

El autor es pediatra infectólogo.