Priorizar la salud mental

La salud mental es un campo que los Gobiernos no deben descuidar

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Con mucho entusiasmo y alegría recibimos la noticia de que habrá más atención a la Salud Mental y Adicciones (La Nación, 27 agosto pag. 10 A) y con más razon al acercarse el Día Mundial de la Salud Mental el 10 octubre. La salud mental no tiene solo que ver con la enfermedad mental, como popularmente se le conoce, sino que se relaciona con la vida diaria, se construye en la cotidianidad,mediando un complejo proceso de interacciones entre factores biológicos, sociales y ambientales que interactúan, sumando o restando oportunidades de desarrollo a lo largo del ciclo vital, e implica una sensación de bienestar integral.

Pero ¿cómo lograr eso, sobre todo para las futuras generaciones, futuro capital humano para el desarrollo socioeconómico de nuestro país y por el cual luchamos enormemente reduciendo las tasas de mortalidad infantil, entre muchos otros? Con una propuesta de Política de Estado en salud mentalpor parte de la Rectoría, siendo tomada en cuenta por los sectores salud, educación, entre otros, visualizando determinantesde la salud, factores protectores y de riesgo, formulando una estrategia, planificación gubernamentales e inversion, un Plan Nacional en Salud Mental y mejorando el desarrollo de la oferta de servicios en promoción, prevención, atención y rehabilitación.

Pero, sobretodo, que se le conceda la prioridad apropiada, el reto de priorizar la salud mental sin estigma y discriminaciones.

Visión de futuro. Definir esta política le permite al país articular una visión de futuro que ayudará a establecer la construcción de Proyectos de Vida y mantener a la población infanto-juvenil escolarizada, sin que tenga que recurrir a drogas, pandillas, delincuencia, ni ingresar a cárceles, disminuyendo así una carga importante de costos en el sector judicial y salud, pero, sobre todo, previniendo un gran sufrimiento-dolor en el seno familiar. Sin esta vinculación de trabajo global, no se realizará un fomento de la salud mental en la comunidad.

Será oportuno aplicar las declaraciones, cartas y las recomendaciones normativas internacionales; revisar el contexto de la salud mental, si la legislación vigente está acordecon las necesidades nacionales y derechos humanos en la materia.

La cooperación internacional bilateral es muy importante por el avance-experiencia que registran otros países como muy bien lo ha demostrado los Proyectos en Salud Mental de la Niñez y Familia y Psiquiatría Infantil llevados a cabo desde hace 5 años por parte de la Caja Costarricense de Seguro Social con el Gobierno de México. Prever además sistemas de información, diagnósticos epidemiológicos regionales y nacional, recursos humanos y capacitación, investigación y evaluación de lo realizado.

Como bien dice la OMS, la salud mental recibe la influencia de diversos factores macroeconómicos, entre otros la pobreza, la educación y la urbanización, que no dependen directamente del sector de la salud. Se deben formular las políticas en materia de empleo, comercio, economía, educación, vivienda, planificación urbana, servicios municipales, asistencia social y justicia penal de tal modo que fomenten la salud mental.

Las medidas que han logrado mejorar la salud mental de las poblaciones tienen en cuenta las particularidades del marco político, económico, social y cultural de los países.

Felicito a todas las personas que han venido trabajando y apoyando tan noble causa.

Virginia Rosabal Camarillo. Médica psiquiatra general / psiquiatra de niños y adolescentes