Perdimos la ventaja competitiva eléctrica

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El más reciente reporte de la Cepal para los mercados eléctricos centroamericanos nos presenta un panorama muy diferente al que teníamos hace apenas dos años. He aquí algunas cifras comparativas.

Tarifas eléctricas: Las tarifas comerciales en centavos de dólar por kilovatio hora para la energía servida hasta por un máximo de 1.000 kilovatios mensuales, reportadas a mediados del 2011, son de 19,96 en Costa Rica para el caso de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), 20,18 en El Salvador, 19,14 en Panamá y de 21,46 en Guatemala.

Si tomamos en cuenta que las pérdidas del sistema de transmisión y distribución en Costa Rica son menores hasta en un 100% con respecto a algunos países vecinos, llegamos a la conclusión que la mínima diferencia de las anteriores tarifas se disipa al comparar el costo de la energía producida, con respecto al costo de la energía servida.

Las tarifas residenciales reportadas para consumos a partir de los 750 kW/hora/mes son aún superiores a las comerciales, 22,19 para Costa Rica, 21,57 para El Salvador, 18,71 para Panamá y de 21,49 para Guatemala.

La única ventaja costarricense, aunque no de carácter comercial, sigue estando en las tarifas residenciales subsidiadas menores a los 200 KW/hora mensuales, pero que desgraciadamente es para un total de energía que solo constituye un 15% del total de la energía producida a nivel nacional.

El aumento del 24% solicitado por el ICE para el 2021, hará desaparecer hasta esa última ventaja de carácter social. Las tarifas comerciales para las zonas geográficas servidas por el ICE en Limón, Puntarenas, Nicoya y zona sur, son todavía superiores a las dos anteriores, por lo que constituyen una seria desventaja competitiva para la atracción de inversiones comerciales y de pequeñas industria en dichas zonas.

En tendencias tarifarias, Costa Rica muestra una tendencia al alza desde el año 2003, Honduras y Nicaragua a partir del 2007, mientras que Panamá la tendencia es hacia un descenso a partir del 2008.

Cobertura eléctrica: Todos los países centroamericanos han mejorado sustancialmente su cobertura de servicio eléctrico a nivel poblacional, algunos con mayor rapidez que otros, independientemente del modelo de generación, distribución, de subsidios o tarifario vigente. Costa Rica llegó al 99,2%, El Salvador al 91,2%, Panamá al 90,1% y Guatemala al 85,3%. Para el caso de Honduras, su índice pasó del 66,6% el año 2005 al 81,3% el 2010, y Nicaragua avanzó del 57,3% al 74,6 en el mismo período.

Generación eléctrica: Los casos más significativos de expansión de la potencia de generación son los de Nicaragua, Costa Rica y Panamá, ya que incrementaron su capacidad en un 40%, 33% y 26% respectivamente durante el último lustro.

Producción de energía: Las cifras de crecimiento en Gigavatios/hora entre el 2009 y el 2010 fueron para Nicaragua, del 6,5%; Panamá, 5,4%; El Salvador, 3,8%; Costa Rica, 2,9%, y Honduras, 2,0%. Solo Guatemala experimento un decrecimiento del -0,8%.

Proyecciones en el futuro: En un documento diferente, la Cepal ha realizado un estudio sobre las consecuencias económicas del cambio climático en Centroamérica, proyectando que en el sector eléctrico, la proporción de generación con base a recursos renovables experimentará una seria disminución del actual 64% con respecto al total, a un 34% para el final del siglo, incrementándose fuertemente la producción con recursos no renovables como el carbón y el gas natural, precisamente para generar electricidad durante los meses secos y los periodos de prolongadas sequías provocados por dicho cambio climático.