Pasos firmes

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El editorial de La Nación del pasado sábado 7 de setiembre refleja preocupación acerca de mis declaraciones, a propósito de los hallazgos del Foro Económico Mundial, en materia de simplificación de trámites, burocracia y clima de negocios en el país. Debo indicar que, cuando se brinda a un periodista una extensa respuesta telefónica a una pregunta compleja, que busca una reacción puntual a un tema específico, se corre el riesgo de que se publiquen declaraciones muy breves y entrecortadas que no permiten conocer a fondo el criterio de la fuente.

Por esa razón, deseo compartir las amplias declaraciones dadas al periodista Oscar Rodríguez, para erradicar las preocupaciones esbozadas en el editorial ya que, como se verá, son totalmente infundadas.

En el tema de simplificación de trámites, los hallazgos del Foro no son novedosos porque la tramitología no es un tema fácil: es una enfermedad que el país ha padecido desde hace muchos años, que tiene raíces profundas y, aunque hemos logrado removerlas, para erradicar este mal todavía nos va a tomar un tiempo. Conformismo, de ninguna manera. Conocer la realidad y enfrentarla con vehemencia se trata, ni más ni menos, de revertir un problema de carácter estructural, herencia de malas leyes que duplican funciones entre entidades; reglamentos rígidos que reflejan una gran desconfianza entre actores; y discrecionalidad de funcionarios públicos en la aplicación de la normativa.

Buena noticia. La buena noticia es que, desde los inicios de la administración Chinchilla, iniciamos una agenda integral en el Consejo de Competitividad e Innovación, presidido directamente por la presidenta de la República, con la participación de las instituciones claves y coordinada en el día a día por el MEIC. Ya está dando frutos.

Dimos prioridad a los procesos que más limitan la competitividad y, por eso, escogimos como hoja de ruta la evaluación del Doing Business del Banco Mundial (BM) para ordenar el nuestro. Cada metodología internacional tiene sus propias características y sus tiempos de medición; de ahí mi comentario de que, en el caso de la evaluación del Foro Económico Mundial, este no refleja muchas mejoras que hemos estado trabajando en el país, a través del Doing Business. En octubre del año pasado, y como fruto del trabajo de muchas instituciones, logramos estar en el Top ten reformer de las economías del mundo, según el BM. Logramos pasar de la posición 122 a las 110, con impacto en cuatro indicadores. Este año, logramos trabajar en 8 de los 10 indicadores evaluados, que fueron entregados al BM para su evaluación. Se incluyen las reformas logradas y los datos oficiales que las sustentan.

Alianzas productivas. Algunas de estas reformas han sido impugnadas ante la Sala Constitucional. Nadie dijo que sería fácil: cada gestión tiene su historia y sus personajes. También hay reformas que requieren de cambios en la ley, como el caso de acceso al crédito, donde trabajamos sobre una nueva ley de garantías mobiliarias.

Estamos realmente comprometidos en el trabajo iniciado, y ya empezamos la labor para el 2015, por cuanto la tarea es constante y dinámica.

La alianza con el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) para la plataforma de visado de planos, y la del Gobierno digital, en apertura de negocios con Crear Empresa han sido estratégicas. A partir del próximo 15 de setiembre, el uso de esta plataforma será obligatorio para todos los notarios. En este caso, aunque la construimos hace más de 18 meses, existe cierta resistencia a su uso, aunque los trámites sean más ágiles, transparentes y eliminen las discrecionalidades del funcionario público.

Ni conformismo, ni lanzar las campanas al aire. Los pies totalmente sobre la tierra con una agenda articulada de pasos rigurosos que deben convertirse en una política de Estado.

Costa Rica no merece lo que hemos estado padeciendo durante tantos años en esta materia, por eso podemos asegurar que la luz al final del túnel se ve, ahora, más cerca que hace tres años, cuando iniciamos todo este trabajo.