Palestina, balance y perspectivas

Palestinase acercaal sistema deNaciones Unidas

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Durante una acalorada votación realizada el pasado 29 de noviembre en Nueva York, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por 138 votos a favor, 9 en contra y 41 abstenciones, el proyecto de resolución A/67/L.28 impulsado por 60 Estados, entre los cuales estaban Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Perú, Uruguay, Venezuela.

Mediante esta resolución, la Asamblea General de las Naciones Unidas otorga a Palestina el Estatuto de Estado observador no Miembro de las Naciones Unidas. La Parte resolutiva de esta resolución se lee como sigue:

“La Asamblea General de las Naciones Unidas...

1. Reafirma el derecho del pueblo palestino a la libre determinación y a la independencia en su Estado de Palestina en el territorio palestino ocupado desde 1967.

2. Decide conceder a Palestina la condición de Estado observador no Miembro en las Naciones Unidas, sin perjuicio de los derechos adquiridos, privilegios y papel de la Organización de Liberación de Palestina en las Naciones Unidas como representante del pueblo palestino, de conformidad con las resoluciones y la práctica pertinentes.

Este resultado dista mucho del primer intento en el que Palestina solicitó integrar un órgano de las Naciones Unidas: su solicitud planteada ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1989 fue rechazada por 83 votos en contra, 47 a favor y 20 abstenciones. Un segunda solicitud en el mismo año ante la Unesco fue finalmente pospuesta por Palestina, al amenazar Estados Unidos no reingresar a la Unesco si se aceptaba a Palestina como miembro pleno. 22 años después (en octubre del 2011), Palestina logró ser aceptada como miembro pleno de la Unesco con una votación de 107 votos a favor, 14 votos en contra y 52 abstenciones.

Participación de América Latina. En relación al voto de América Latina del pasado 29 de noviembre del 2012, Panamá se unió a 8 Estados que votaron en contra de dicha resolución (Canadá, Estados Unidos, Islas Marshall, Israel, Micronesia, Nauru, Palau y República Checa). Entre las 41 abstenciones, encontramos a Colombia, y a Guatemala, lo cual no es una sorpresa, así como a Haití y a Paraguay (lo cual constituye una franca innovación).

Cabe señalar que el año pasado (2011), en relación a la solicitud de Palestina de ser considerada como Estado Miembro de las Naciones Unidas número 194, la mayoría de los Estados de América Latina habían anunciado que apoyarían esta propuesta.

Si bien Costa Rica votó a favor de esta histórica resolución del 29 de noviembre, no aparece entre los proponentes del proyecto de resolución con los restantes 60 Estados. Este hecho nos recuerda que el año pasado (2011), en relación al anuncio de Palestina de plantear una solicitud a la Asamblea General para ser considerada como Estado Miembro de Naciones Unidas, Costa Rica tuvo una posición ambigua: mientras América Latina había anunciado su apoyo con excepción de Colombia, Guatemala y Panamá, la presidenta de Costa Rica llegó indecisa a la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre del 2011. Esta indecisión intrigó a muchos observadores en la medida en que Costa Rica logró reactivar en toda América Latina el proceso de reconocimiento de Palestina como Estado: recordemos que después de establecer Costa Rica relaciones de Estado a Estado con Palestina (febrero del 2008), procedieron de igual manera: Venezuela y República Dominicana (2009), Bolivia, Brasil, Ecuador y Paraguay (2010), Perú y Chile, Argentina, Uruguay, El Salvador y Honduras (2011).

Perspectivas. En un artículo reciente en La República, el excanciller de Costa Rica, Bruno Stagno, quien fungió como presidente de la Asamblea de Estados Parte de la Corte Penal Internacional (2005-2008), escribe: “Más allá de la importancia que tiene esta decisión sobre la autodeterminación de Palestina, tiene importantes efectos jurídicos y políticos sobre las eventuales negociaciones de paz en el Medio Oriente. En primer lugar, por primera vez en su historia, Palestina ahora podrá suscribir tratados internacionales, incluyendo en particular el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. De acceder a dicho tratado, aquellos excesos susceptibles de caer bajo la jurisdicción del Estatuto perpetrados por Israel o grupos extremistas o terroristas en territorio palestino, podrían ser investigados o juzgados por la Corte” (3/12/2012).

El 23 de septiembre del 2011, Palestina oficializó en las Naciones Unidas su petición formal de ser considerada como un Estado Miembro de las Naciones Unidas. A la fecha, el Consejo de Seguridad no se ha pronunciado sobre esta solicitud. El veto anunciado de EE. UU excluye por el momento el reconocimiento de Palestina como Estado miembro pleno de las Naciones Unidas (cuando la misma resolución 181 de octubre de 19847 supone, además de la partición de Palestina, la existencia de dos Estados, uno árabe y otro judío).

Con la votación de la resolución del pasado 29 de noviembre (la cual incorpora de manera magistral una referencia muy clara a la resolución 181 de 1947 en su preámbulo), Palestina logra superar en parte el escollo que le significa el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y se acerca un poco más al sistema de Naciones Unidas como tal: y en particular, a la justicia penal internacional.

Nicolas Boeglin. Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, UCR