Otro año difícil

Si el 2015 fue difícil en lo económico y complejo en lo político, el 2016 no será muy diferente

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Si el 2015 fue un año difícil en términos económicos y complejo en el ámbito político –atentados terroristas del Estado Islámico, flujos migratorios masivos, tensiones geopolíticas, guerra en Siria, populismos al alza tanto en Estados Unidos como en Europa–, el 2016 no será muy diferente.

En lo económico, tanto a nivel mundial como en nuestra región, el crecimiento seguirá siendo bajo y tendrá un alto grado de heterogeneidad. En palabras de la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, el 2016 será un año decepcionante y desigual.

Para el caso de América Latina, la Cepal proyecta un anémico crecimiento de un 0,2%. La agenda latinoamericana, por su parte, viene cargada de elecciones y hechos políticos de gran relevancia.

En este año concluirá la segunda etapa del maratón electoral latinoamericano durante el cual, en un periodo de cuatro años (2013-2016) se van a celebrar 17 elecciones presidenciales (14 de ellas ya han tenido lugar). Si a ello le sumamos la primera etapa (2009-2012), durante la cual tuvieron lugar otras 17, nos encontramos ante un rally electoral inédito, en virtud del cual en tan solo ocho años (2009-2016) la región experimentará un total de 34 procesos presidenciales.

Las tres elecciones presidenciales que cierran el actual rally electoral tendrán lugar en los siguientes países: Perú (10 de abril), República Dominicana (15 de mayo) y Nicaragua (6 de noviembre). A estas se suma, en febrero, un referéndum constitucional en Bolivia en el que el presidente Evo Morales buscará convertirlo en un plebiscito con el objetivo de lograr que la ciudadanía ratifique la reforma de la Constitución (adoptada el año pasado) lo cual le posibilitaría una nueva postulación a la presidencia en el 2019.

También habrá elecciones locales en Brasil (decisivas para Dilma Rousseff y el PT); en Chile (de gran importancia para Bachelet y para el futuro de la Nueva Mayoría); en México (en 12 estados, las cuales constituirán una señal de cara a las presidenciales del 2018) y en Venezuela (gobernadores).

Asimismo, en este ultimo país, y dependiendo de cómo evolucione la situación política y el conflicto de poderes entre el presidente Maduro y las autoridades de la nueva Asamblea Nacional –en manos de la opositora MUD–, podría convocarse un referéndum revocatorio con el objetivo de buscar la salida constitucional y anticipada del presidente Maduro, cuyo mandato expira en el 2019.

Por su parte, en Colombia, dependiendo de la celeridad con que avance el proceso de paz, podría tener lugar un referéndum para aprobar o rechazar los acuerdos firmados entre el gobierno del presidente Santos y las FARC.

Tendencias electorales 2016. De las siete elecciones presidenciales celebradas en América Latina en el 2014 (Costa Rica, El Salvador, Panamá, Colombia, Brasil, Bolivia y Uruguay) , la tendencia predominante en América del Sur benefició la continuidad de los oficialismos de centro-izquierda o izquierda.

En cambio, en América Central hubo un mayor balance entre continuidad y alternancia, al igual que en el ámbito ideológico. Por su parte, en las dos elecciones presidenciales que tuvieron lugar en el 2015 (Guatemala y Argentina) la tendencia en ambos casos fue favorable a la alternancia.

Durante el 2016, según mi opinión, habrá continuidad oficialista (reforzada en ambos países por las respectivas reelecciones consecutivas) tanto en República Dominicana como en Nicaragua. En cambio en Perú, siguiendo la tradición vigente desde el 2000, habrá alternancia.

En Perú y República Dominicana podría surgir la necesidad de recurrir a un balotaje para definir la presidencia, como ocurrió (en el periodo 2013-2015) en la mayoría de los países que contemplan la segunda vuelta: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Uruguay.

En Perú, Keiko Fujimori pareciera tener su pase asegurado a la segunda vuelta (actualmente lidera las encuestas con más del 30% de intención de voto).

La incógnita es con quién disputará el balotaje: hoy por hoy, los rivales más probables serían el exministro Pedro Pablo Kuczynski, César Acuña o el expresidente Alan García, pero en el país andino no hay que descartar una sorpresa de último momento como ha ocurrido en procesos recientes.

En mayo, el escenario más probable en República Dominicana es la reelección del actual presidente Danilo Medina (candidato del oficialista PLD, en alianza con varios partidos, entre ellos su tradicional contrincante: el PRD) frente al candidato opositor Luis Abinader (del PRM en alianza con el PRSC).

Y en Nicaragua, en noviembre, el actual mandatario Daniel Ortega (FSLN) se vislumbra como el gran favorito para continuar en el poder para un tercer mandato consecutivo.

Empero, animada por el triunfo opositor en Venezuela, la oposición nicaragüense constituyó la Coalición Nacional por la Democracia, integrada, entre otras fuerzas, por el opositor Partido Liberal Independiente (PLI), encabezado por Eduardo Montealegre, y el Movimiento Renovador Sandinista (MRS, de centro-izquierda).

Dónde poner la lupa en el 2016. El primer semestre del 2016 será clave para varios países de la región. En Argentina, constituirá la prueba de fuego para el gobierno del presidente Macri. En Bolivia, Evo se juega su prestigio y su continuidad en el poder en el referéndum del 21 de febrero. En Venezuela, lo más probable es que continúe el fuerte choque de poderes entre el gobierno de Maduro y la oposición que (por vez primera en 16 años) tiene el control del Congreso.

La MUD ya advirtió, por boca del nuevo presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, que buscará opciones (en el marco de la Constitución) para obtener un cambio de gobierno dentro de los próximos seis meses.

En Brasil debemos estar atentos a la marcha de la economía (las proyecciones son a la fecha muy negativas) y a la evolución del posible juicio político a Dilma. En Colombia, si las negociaciones continúan avanzando al buen ritmo que lo hicieron en el 2015, podremos ver la firma de la tan anhelada paz y la convocatoria de un referéndum para la aprobación o el rechazo de dichos acuerdos. Igualmente importante será monitorear la evolución de la compleja y tensa situación político-electoral en Haití, en especial, la celebración o nuevo aplazamiento del balotaje presidencial debido a las graves irregularidades que tuvieron lugar durante la primera vuelta.

Finalmente, a partir de febrero, con las primarias de Iowa y New Hampshire, dará inicio la campaña presidencial que culminará en noviembre con la elección del 45.° presidente de los Estados Unidos y una renovación de ambas cámaras del Congreso.

Mi opinión: los resultados de las recientes elecciones en Argentina (presidenciales) y en Venezuela (parlamentarias) en las cuales el oficialismo (que llevaba largos años en el poder) fue derrotado en ambos países parecieran indicar el inicio de un nuevo ciclo político en América del Sur, que viene de la mano de un profundo cambio en el ciclo económico.

Este nuevo ciclo viene acompañado de una combinación explosiva de varios factores (desaceleración económica, programas de ajuste, estancamiento de la reducción de la pobreza y riesgo de reversión, denuncias de corrupción al alza y popularidad de los mandatarios a la baja) que anticipan mayor conflictividad social y una gobernabilidad más compleja en varios países de la región.

Como bien apunta Moisés Naím: “Mientras la sociedades están en plena efervescencia, gobiernos paralizados y partidos políticos estancados siguen sin dar respuestas creíbles a las nuevas demandas de una sociedad que está cambiando a una velocidad inalcanzable para quienes operan con ideas del pasado”.

El autor es director regional para América Latina y el CaribeIDEA Internacional.