Oportunismo e inseguridad ciudadana

Hay que identificar a los oportunistas que emiten opiniones vacías sobre la inseguridad ciudadana

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Definitivamente, la inseguridad ciudadana es un tema de primer orden para todos los ciudadanos. Sin embargo, muy pocos conocen que existe un grupo considerable de personas y empresas que dependen económicamente de esta y se aprovechan de tal padecimiento social para lucrarse en beneficio propio.

A estos grupos les interesa que se incremente la sensación de inseguridad en la colectividad –más allá de la realidad– para obtener mayores ganancias y, lejos de proponer soluciones sensatas, más bien promueven las acciones que los benefician.

Negocios lucrativos. Aprovechándose del entorno de confusión que se ha generado alrededor de la inseguridad ciudadana, en los últimos años han surgido algunas empresas cuyo único objetivo es obtener jugosas ganancias como –por ejemplo– las que brindan servicios privados de seguridad (para casas y negocios), venta de armas, venta de dispositivos de seguridad para autos y casas, blindaje de vehículos, etc.

Igualmente otras actividades tradicionales se han visto incrementadas en razón de la inseguridad ciudadana, como quienes fabrican verjas y portones, los que instalan llavines y candados, etc. De manera tal que, cuanta más inseguridad exista, más se benefician todas estas actividades.

Otras empresas que se dedican a construir y administrar cárceles intentaron instalarse en nuestro país hace algún tiempo; no obstante, este lucrativo negocio solamente problemas ha traído en otras latitudes, y fue frenado gracias a una sabia decisión de la Sala Constitucional.

Periódicos amarillistas. Existen medios de prensa escritos y televisivos que siguen un estilo de periodismo que, violentando las reglas éticas de dicha profesión, se congratulan saturando al consumidor de noticias “amarillistas” y “rojas”.

Cuantos más hechos violentos existan, dichos medios periodísticos engrosan sus informaciones con imágenes que causan alarma social e incrementan la sensación de inseguridad. Y cuanto más aumente el clima de inseguridad, más personas consumen este tipo de noticia para “informarse” de una realidad que no es tal y como la venden, sino que es producto de la manipulación con el único objetivo de lucrarse en provecho propio.

Charlatanes y demagogos. Con un interés publicitario, han surgido algunos mal llamados “juristas” que proponen “soluciones” político-criminales para afrontar el problema de la inseguridad ciudadana y, por medio de discursos populistas, le hacen creer falsamente a la ciudadanía que están preocupados por los peligros que acechan a la sociedad, cuando en realidad no es así.

Estos falsos “Mesías” proponen soluciones demagógicas carentes de todo rigor científico, ya que su propósito real es únicamente beneficiarse personalmente y no les interesa ayudar a la colectividad, y menos a las víctimas que supuestamente “representan”. Estos “paladines de la justicia” ofertan una imagen de superhéroes al estilo de Supermán, Batman y Robin, o Batichica; y es así cómo disfrazan el interés real de sus “soluciones”: incrementar el lucro de los servicios que prestan.

Además, como si poseyeran un pasado sacro, crucifican a quienes delinquen con los adjetivos más peyorativos para exaltar los estereotipos sociales sobre determinada población.

Políticos oportunistas: La inseguridad ciudadana también ha sido un tema del cual se han aprovechado los políticos de este país con fines personalísimos. La única intención es ganar adeptos para alcanzar el poder político.

Algunos proyectan una imagen de salvaguardas de la colectividad y saturan sus discursos con las ya trilladas frases de “mano dura” y “cero tolerancia” contra la criminalidad; sin embargo, cuando intentan plasmar sus “ideas” en propuestas concretas divagan en un mar de torpezas y, lejos de atacar la raíz del problema, más bien enturbian la situación.

Opiniones científicas. Es muy importante que la ciudadanía identifique claramente a los oportunistas que emiten opiniones vacías sobre la inseguridad ciudadana con un interés meramente lucrativo, y los diferencie de aquellos que lo hacen con erudición y criterio científico.

En este sentido, destacan en nuestro país las ideas y propuestas de juristas como don José María Rico y Javier Llobet, quienes escriben en la Página Quince de este mismo diario. Da gusto impregnarse de sus bien fundamentadas opiniones que al leerlas no me causan la angustia y la decepción que sí siento cuando escucho o leo las que expelen los oportunistas.-