Oportunidad ambiental a partir del fallo en La Haya

Costa Rica y Nicaragua pueden crear un sistema integrado de áreas silvestres protegidas

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Las conclusiones obtenidas por este autor en la evaluación efectuada en julio y agosto pasados en la Reserva Nacional Pacaya Samiria, de 2.088.000 hectáreas y ubicada en Loreto, Perú, podrían servir de base para una solución a lo ordenado por la Corte Internacional de Justicia en La Haya, Holanda, en el juicio por Calero ( La Nación 17/12/2015) en lo referente a la obligación de Nicaragua de compensar a Costa Rica por los daños materiales.

En Perú, se logró un aumento de los ingresos para las poblaciones locales y para el área natural protegida, provenientes del turismo y del manejo de los recursos naturales, como peces, quelonios y palmas. También fue posible la recuperación de las poblaciones de taricaya y paiche; y la reducción de las amenazas a la reserva por parte de los mismos pobladores.

Al proyecto se incorporaron 588 participantes y de su trabajo resultaron beneficiadas 2.240 personas.

Esta experiencia en Perú y el fin del litigio sobre isla Calero entre Costa Rica y Nicaragua, nos debe llevar a considerar un sistema integrado de áreas silvestres protegidas entre ambos países que incorpore 385.500 hectáreas del lado nicaragüense, aportadas por la Reserva Biológica Indio Maíz y los refugios de vida silvestres de Guatuso, río San Juan, y el monumento histórico Fortaleza de la Inmaculada Concepción de María, y 169.813 hectáreas del lado de Costa Rica, conformadas por el Parque Nacional Tortuguero, los refugios de vida silvestre Caño Negro y Barra del Colorado y el corredor biológico fronterizo Costa Rica-Nicaragua.

Creo que el reto no es totalmente financiero, es más bien de ideas. En la región existen suficientes experiencias de la combinación de áreas fronterizas binacionales y trinacionales que pueden contribuir en mucho a consolidar los bosques que aún nos quedan, en apoyo al desarrollo social y económico de las poblaciones que habitan y dependen de esos ecosistemas.

Considero necesario, además, que organizaciones presentes en ambos países como la Fundación para el Desarrollo de la Cordillera Volcánica Central –Fundecor– en Costa Rica y la Fundación Amigos del Río San Juan, en Nicaragua, u otras, pongan manos a la obra y preparen una estrategia de desarrollo y conservación como prueba de integración y hermandad entre las dos naciones.

La propuesta podría ser presentada a la cooperación internacional, dentro del marco de los acuerdos de la COP XXI alcanzados en París. Tenemos 12 meses para hacerlo.

El autor fue minsitro de Ambiente.