Hemos leído el artículo del exembajador de Costa Rica ante la Unión Europea y Estados Unidos y exministro de Comercio Exterior, Tomás Dueñas, publicado en La Nación del 30 de noviembre.
Coincidimos con don Tomás en la preocupación de que Costa Rica haya abandonado en la presente administración el buen ritmo que traía el país en el proceso de integración a la Alianza del Pacífico que conforman México, Chile, Colombia y Perú.
Desde el punto de vista exportador, el sector industrial está altamente posicionado en Centroamérica y el Caribe, mercados que podemos considerar una extensión de nuestro mercado natural; en esa línea, las oportunidades de diversificación y expansión de nuestras ventas industriales están en grandes mercados de nuestro continente en los que no hemos tenido una gran penetración y esos mercados son, en gran medida, los que conforman la Alianza del Pacífico.
En cuanto a la atención de las sensibilidades productivas que varios de nuestros subsectores industriales tienen, la experiencia nos ha mostrado que Costa Rica ha sabido negociar en sus acuerdos las exclusiones y los plazos de desgravación que nuestros sectores industriales sensibles necesitan. No podemos estar en contra de una negociación antes de que esta se produzca y conozcamos el resultado final obtenido.
Otro entorno. También coincidimos con don Tomás en que las condiciones e incentivos para que las empresas norteamericanas decidan invertir en su territorio o en países como Costa Rica, podrían cambiar en el nuevo entorno político de Estados Unidos.
Esto nos lleva a pensar que Cinde, organización que tanto don Tomás como mi persona conocemos muy bien desde hace mucho, debería estar ya elaborando la estrategia de atracción de inversión extranjera ante los distintos escenarios que se puedan presentar. Posiblemente, ya lo estén haciendo o, al menos, eso esperaríamos.
¿En qué no estamos de acuerdo con don Tomás? En su aseveración de que las cámaras que formamos parte de la directiva de Procomer seamos cómplices de esas cosas que nos preocupan. No, don Tomás, desde inicios del 2015 le expresamos formalmente, y por escrito, desde la Cámara de Industrias de Costa Rica, al Gobierno de la República nuestra tesis de que una negociación para la incorporación a la Alianza del Pacífico debía iniciarse, que dicha negociación debía ser balanceada, participativa y tomar en cuenta las sensibilidades y que la valoración del resultado debía hacerse cuando esta negociación concluyera.
Ya en el 2016, junto con otras nueve cámaras empresariales, lanzamos el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico, que promueve el inicio de la negociación, grupo en el cual contamos con la presencia de 4 de las 5 cámaras que estamos en la Junta Directiva de Procomer.
Impacto favorable. También nos señala don Tomás que hemos “caído en la fábula de que abrir oficinas comerciales va a fomentar las exportaciones de Costa Rica”. Don Tomás, es internacionalmente reconocido y medido el impacto favorable de la promoción comercial en los flujos de comercio, especialmente para las pequeñas y medianas empresas que no disponen de grandes recursos para tener información de los mercados internacionales, labor que Procomer ha hecho muy bien según lo reconoce el propio Centro de Comercio Internacional de la OMC y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés).
Durante la presente gestión, Procomer ha atendido de muy buena manera temas que siempre quedaron rezagados en la gestión anterior.
Claramente, falta mucho por hacer y siempre quedan retos, lo cual posiblemente no se realice todo en este período y habrá tareas importantes por hacer para quienes encabecen Comex y para quienes dirijan Procomer en el período 2018-2022, para que haya más encadenamientos, más innovación, más valor agregado, más diversificación y más aprovechamiento y administración de los tratados comerciales.
El autor es presidente de la Cámara de Industrias.