Nuestra posición sobre la carretera a Caldera

Ni guardamos silencio ayer ni guardamos silencio hoy

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El distinguido periodista del periódico La Nación Armando Gonzalez distorsiona el Informe del Partido Liberación Nacional en relación a la Comisión Legislativa de Concesiones, específicamente de la Concesión de la carretera a Caldera.

Con base a unas declaraciones del señor Diputado Fabio Molina a Telenoticias de Canal 7, sobre la apertura de la carretera y las posteriores deficiencias constructivas, que es harto conocido por el pueblo. El periodista González lanza una cínica crítica sin profundizar de manera integral en nuestro dictamen.

Nuestro informe es claro y contundente en señalar que la concesionaria incumplió con una serie de normas constructivas y por ende los riesgos a los usuarios nunca se pusieron en riesgo a la hora de inaugurarse la obra de manera provisional.

Sobre la supuesta presión política decimos en el dictamen: “La carretera San José-Caldera representa una pieza fundamental en la estrategia de desarrollo del país que permitirá un crecimiento sostenible del turismo y un fácil trasiego de las importaciones y la exportaciones que utilizan el Puerto de Caldera en el Pacifico Central, por ello la importancia de haberse autorizado la puesta provisional de la carretera” y terminamos señalando: “con un contrato de concesión de obra pública, la puesta en servicio definitivamente se dará una vez que se hayan concluido las obras faltantes y la supervisora rinda su informe para hacer tal recepción”.

Liberación Nacional no necesitaba de esta inauguración para acarrear votos, es de sobra conocido el categórico triunfo de la actual Presidenta de la República con el apoyo del 47 % del electorado nacional; y aunque le duela a don Armando, resultados electorates por la excelente gestión del Gobierno del expresidente de la República Dr. Óscar Arias Sánchez.

Ni guardamos silencio ayer ni guardamos silencio hoy, señor periodista. Para muestras está el Dictamen del Partido Liberación Nacional que no es omiso en poner el dedo en la llaga en materia de concesión de obra pública: “Censuramos, la capacidad de respuesta de la empresa concesionaria Autopistas del Sol S.A. ya que siendo clara su responsabilidad de corregir cualquier defecto constructivo, y que el riesgo de construcción es todo suyo, no ha actuado con la diligencia que exige el servicio que debe dar a los costarricenses esta carretera, ya que esta obra responde a una necesidad que estuvo vigente por más de 30 años y que finalmente se hizo realidad. Lo que ha demostrado inmediatamente la utilidad y valor agregado para las actividades económicas, sociales, humanas y materiales de las zonas impactadas con su apertura”.

Eso, señor González, es hablar claro y transparente. No entiende que seguir recitando la cantaleta de la apertura provisional como el juicio final deja de lado los aspectos positivos de la construcción de esta carretera.

Seguramente su persona se considera la reserva intelectual del periódico La Nación, representante genuino de los grupos más reaccionarios del país. No es el caso nuestro en nuestro deber de legisladores de ejercer el control político con responsabilidad como lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo.

Al igual que la carretera Braulio Carrillo, la de Caldera resulta ser obra construida en zona de grandes eventos climáticos, que la hacen vulnerable y de alto riesgo pues los mismos son imposibles de controlar, y que de haber sido ponderados antes de su construcción con el mismo enfoque escandaloso del periodista, seguramente nunca se hubiese ejecutado.

De todos modos invito a cualquiera a que proponga un cierre, que lo intente, que lo promueva, pues probablemente como ha sucedido con la Carretera a Limón, cuyo historial de accidentes y eventos mortales causa terror, la carretera a Caldera ya es una realidad a la que el tiempo se encargara de constituir; es una realidad estratégica imprescindible.