Momento decisivo para Costa Rica y el mundo

Cuando las crisis son múltiples y acumuladas, los derechos humanos deben andar nuevos caminos

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En nombre de Costa Rica, intervine el miércoles 22 de setiembre en el debate general de la 77.ª Asamblea General de las Naciones Unidas, a fin proponer soluciones integrales a las múltiples crisis que afrontamos.

Es imposibleacabar con la pobreza sin empoderar a las mujeres y niñas, garantizar el respeto de los derechos humanos sin abordar el problema del cambio climático y la reforma del sistema financiero internacional sin contar con nuevos parámetros para la asignación de la cooperación.

Toda solución a las múltiples crisis que nos abaten precisa enfocarse en los derechos y las obligaciones. Los derechos humanos y el respeto sin ambages o justificaciones a la dignidad y valor humanos no son solo palabras; son obligaciones contraídas por los Estados, consagradas en la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y todos los tratados e instrumentos sobre derechos humanos.

Costa Rica no está exenta de desafíos y brechas para el pleno cumplimiento de los derechos humanos, la construcción de una cultura de paz y contra la discriminación, y el logro de los objetivos de desarrollo sostenible. Somos conscientes de que combatir la pobreza, la desigualdad y la exclusión requieren los derechos humanos.

Costa Rica nunca ha cerrado las puertas a los migrantes que ven en nuestra tierra una ruta de paso o un destino para integrarse a nuestra sociedad. Somos el cuarto país en el mundo que recibió más solicitudes de refugio nuevas per cápita en el 2021 y el primero de refugio para los nicaragüenses. Pero nuestra situación económica y estrechez fiscal, aunados a este fenómeno de flujos migratorios masivos, limitan nuestra capacidad de acción y ponen en riesgo la cobertura adecuada, que en el pasado hemos asegurado a estos cientos de miles de personas, que han buscado refugio en nuestro suelo.

Es con un verdadero sentido de urgencia que requerimos el apoyo de la comunidad internacional para atender este desafío, que se ha visto agravado no solo por los conflictos y la pobreza, sino también por el impacto del cambio climático.

En un contexto de crisis múltiples y acumuladas, los derechos humanos deben andar nuevos caminos. Costa Rica celebra que el 28 de julio la Asamblea General reconoció el derecho universal a un ambiente limpio, saludable y sostenible. Es una luz de esperanza, comparable a la proclama del derecho al agua, al desarrollo o a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y la respuesta correcta a la triple crisis planetaria de contaminación, cambio climático y pérdida de biodiversidad.

Costa Rica continuará trabajando con los Estados miembros de las Naciones Unidas y los demás actores para proveer soluciones eficaces a los problemas, en particular, a quienes más los sufren: los más vulnerables, marginados y excluidos.

La seguridad humana es clave para la seguridad global

Para Costa Rica, es inconcebible que mientras millones de personas esperan vacunas, medicinas o alimentos para salvar sus vidas, los países más ricos continúen priorizando recursos para armamentos a costa del bienestar de la gente, la salud climática y la recuperación equitativa.

En el 2021, el gasto militar mundial se incrementó por sétimo año consecutivo hasta alcanzar la cifra más alta que hayamos visto en la historia. Costa Rica reitera su llamado a una reducción gradual y sostenida del gasto militar, pues cuantas más armas produzcamos, más escapará a nuestros mejores esfuerzos de gestión y control. Se trata de priorizar la vida y el bienestar de las personas y del planeta sobre los beneficios que se pueden obtener con las armas y la guerra.

Es posible también lograr la paz y la seguridad sin recurrir a las armas nucleares, porque su eliminación total es la única garantía contra el uso o la amenaza de utilizarlas. Costa Rica exhortó en la Asamblea General de las Naciones Unidas a más Estados a firmar y ratificar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y adherirse a la Declaración de Viena y su Plan de Acción.

Exhorté, asimismo, a la Federación de Rusia a cesar los ataques contra Ucrania y su población civil e infraestructura crítica, a desmilitarizar la planta de Zaporiyia y no recurrir a la coerción nuclear, la cual condenamos en términos más enérgicos.

Transformación financiera

Los países de renta media afrontamos enormes desigualdades y desafíos, tales como una incrementada estrechez fiscal, que limita nuestra capacidad de acción e inversión y pone en riesgo el tejido social.

Aunque albergamos el mayor porcentaje de personas pobres y migrantes en el mundo, nuestra categorización no nos permite acceder a la ayuda oficial para el desarrollo ni obtener financiación concesional en condiciones favorables y justas.

Por ello, es urgente “ir más allá del PIB per cápita” y establecer nuevos parámetros para la asignación de la ayuda, la inversión y la cooperación internacionales, que contemplen otros aspectos, tales como las carencias estructurales, los riesgos climáticos, las fluctuaciones del mercado y la estabilidad fiscal.

Atender la triple crisis planetaria

Para combatir el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, es trascendental salvaguardar los recursos marinos y la salud del océano. Al frente de las catástrofes naturales que azotan a nuestros países, de las sequías, olas de calor, incendios forestales e inundaciones nunca antes vistas están las personas.

Pensando en ellas, Costa Rica lidera junto con Francia y el Reino Unido la Coalición de Alta Ambición para la Naturaleza y las Personas, que busca la conservación global del 30% de la tierra y el 30% del océano de aquí al 2030.

Costa Rica, que concretóla conservación del 30% de las aguas en jurisdicción nacionalnueve años antes de lo previsto, invitó a otros Estados a cumplir con esta meta común. El océano es un recurso inconmensurable y crítico para la continuidad de la vida en la tierra.

Por ello, en el Día Internacional de la Paz, Costa Rica hizo un llamado vehemente a lanzar una declaratoria de paz para el océano. No podemos sobrevivir como especie sin nuestro océano. No podremos cumplir nuestras diversas obligaciones con los objetivos de desarrollo sostenible sin un océano sano.

Soluciones globales

Conscientes de que los problemas globales requieren soluciones globales, nuestro país pidió a los Estados apoyar la iniciativa del secretario general para una nueva Agenda para la Paz, que refuerce nuestra capacidad colectiva para prevenir los conflictos y resolver los existentes con soluciones sostenibles.

También llamamos a renovar el contrato social entre nuestros gobiernos y los pueblos, y anclar los acuerdos de gobernanza en los derechos humanos, la confianza, la inclusión, la protección y la participación, y a garantizar la paridad de género y empoderar a las mujeres, en particular a las niñas, en todas las esferas de la vida.

Costa Rica hizo además un llamamiento urgente a diseñar nuevos métodos para medir el desarrollo, que reflejen adecuadamente aspectos esenciales, como la sostenibilidad ambiental, las desigualdades y brechas estructurales, la calidad de las instituciones y la prevalencia del Estado de derecho.

Instamos a construir un sistema multilateral y una organización de naciones unidas más resiliente, transparente e inclusiva, que abarque mejor las necesidades y perspectivas de todos, en especial dentro del Consejo de Seguridad, y a hacer más para que allanemos el camino para que las Naciones Unidas estén plenamente a la altura de las circunstancias.

No tenemos mucho tiempo. Es hora de que actuemos con convicción y valentía, con determinación y con un verdadero sentido de urgencia. El momento es decisivo.

El autor es ministro de Relacione Exteriores y Culto.