Mensaje a la Costa Rica profunda

Los jóvenes de América Latina esperan una respuesta educativa que muchas veces no llega

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Me ocupan con especial urgencia los jóvenes. Todos aquellos que trabajan en silencio pensando en Costa Rica. Por lo general, somos callados en este país y no expresamos nuestro pensamiento a la primera. Meditamos en silencio.

Los 163 millones de jóvenes, entre los 15 y los 29 años, que conforman la cuarta parte de la población de América Latina y del Caribe, esperan una respuesta educativa que muchas veces no llega.

Ellos podrían ser los líderes del futuro.No podemos perderlos. Tenemos una amenaza al no hacer lo que deberíamos estar haciendo.

Ante una baja económica que se detecta persistentemente negativa, no hay otra alternativa que hacer un profundo y chillante cambio. Costa Rica tiene que hacer su parte en este llamado hacia un pensamiento innnovador en la educación que nos implica a todos y beneficiaría a esta generación de muchachos.

La baja en la economía de muchas naciones de América Latina, que nos afectará en los proximos años,fue claramente explicada en un informe recientemente aparecido en Colombia,Cartagena, donde se hace un urgente llamado a capacitar a la juventud. Más de dos tercios de los jóvenes no están bien preparados en América Latina.

Tenemos una oportunidad única para dar un salto cuantitativo por una nueva educación, por mejorar el emprendimiento social y la apertura hacia la innovación, ofreciéndoles a los jóvenes una mejor posición en toda sociedad.

Sin espera, hay que llevar la educación hasta el final de cada joven, haciéndole concluir los estudios. El que no termina, cae y tiene la pobreza asegurada.

Los jóvenes de Costa Rica no tienen nuevas oportunidades de empleo.No es por falta de capacitación, es sencillamente que no hay trabajos y existe deficiencia en la concepción emprendedora y educativa.

Por ello, debemos invertir en una nueva mentalidad de competencia y emprendimiento, en iniciativas para evitar que los muchachos abandonen la enseñanza media y caigan en el abismo de la pobreza. El reto es capacitar a todos mejor.

No perder esta generación. El peligro para esta generación es el abandono de la educación, lo cual lleva al desempleo y, por ende, a un futuro crítico.

Aún tenemos tiempo de revertir esta situación. Esta alarma que pende sobre la juventud de América Latina y el Caribe fue alertada en el documento “Perspectivas económicas de América Latina”, de la OCDE, Segib,Cepal y el Banco de Desarrolllo de América Latina, conocido en una reciente conferencia en Cartagena. (http://www.oecd.org/publications/perspectivas-economicas-de-america-latina-20725183.htm).

Para salvar esta dura situación, no hay otra alternativa que generar un terremoto en el sistema educativo para que cambie en la ruta que requieren los tiempos.

Terremoto en esta materia no tiene nada que ver con violencia.Es simplemente sacudir la mente y la capacidad de todos los que están en este quehacer para innovar en el dia a día. En la soledad del aula, con los niños o en la universidad y en los emprendimientos empresariales está el futuro.

Allí hay que sentir, con urgencia, la necesidad de cambio. Todas las universidades públicas y privadas deben revisar sus programas educativos para dar el salto hacia el empleo seguro.

Capacidad emprendedora. Nos enfrentamos a una sociedad de trabajo a corto plazo. Ya nadie tendrá trabajo seguro por muchos años. Los jóvenes deben prepararse para un sistema de trabajos cambiantes a mediano plazo, con mucha innovación, pero con algo fundamental: capacidad de generar iniciativas.

Este mundo del trabajo requiere saber preparar a los jóvenes colocando su liderazgo en cambiar de trabajo e innovar, en enfrentarse a nuevos retos y, sobre todo, que puedan darle solidez a su proyecto de familia.

El documento de la OCDE que apuntamos expresa que a los jovenes de América Latina les faltan buenas oportunidades de trabajo.Reciben menos salario. Son menos productivos, más inseguros que sus compañeros de generación de la Unión Europea.

Pero la realidad es que hay buenas oportunidades educativas, de hecho, existen dos naciones que tienen más liderazgo en estos temas: Uruguay y Chile.

El proyecto de una América más innovadora en la educación es urgente para que las empresas puedan cambiar hacia mayor competitividad y ofrecer trabajo.

La Costa Rica silenciosa, la que siempre lleva adelante los retos sabrá responder desde lo profundo de alma donde se forjan los ideales sólidos.Como señaló en Cartagena el rey de España, Felipe VI, “el desempleo juvenil es un serio problema“.

El autor es diplomático.