Malí: los verdaderos intereses franceses

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Desde que Francia interviniera militarmente en Malí (antigua colonia) con el apoyo del Consejo de Seguridad (ONU) y del propio Gobierno maliense, se ha vuelto a poner en duda el por qué los Estados occidentales siguen interviniendo en conflictos que están fuera de su área geografía.

La respuesta es simple: velan por sus intereses, tanto político-militares como económicos, más aún si el país goza de una crisis interna que ni el mismo aparato estatal puede controlar.

Recientemente leí un artículo sobre la intervención militar que citaba lo siguiente: “Oficialmente, los intereses que mueven al Gobierno de París están relacionados principalmente con la seguridad. El gobierno de François Hollande fundamenta la intervención diciendo que quiere evitar lo antes posible que los rebeldes de África Occidental puedan llegar a representar un peligro para Europa”.

Dicha afirmación es totalmente cierta como “carátula” para informar o persuadir a la opinión pública sobre el verdadero interés que tiene una potencia mundial como Francia en la zona del Sahel.

Esta región tiene grandes intereses económico-estratégicos, los cuales no pueden darse el lujo de verse afectados por grupos rebeldes (al-Qaeda) que han llegado a controlar una gran parte del territorio de Malí.

La intervención militar francesa busca a corto plazo estabilizar el control del Gobierno maliense sobre su territorio, dado que el aparato estatal del país africano no tiene la capacidad militar ni los recursos (monetarios, tecnológicos) para defenderse contra los grupos rebeldes. Dicha estabilidad generaría tranquilidad en el Gobierno de París, el cual velaría por la “pacificación” del país, lo cual favorece a la estabilidad en la región del Sahel.

A largo plazo, cuando ya la opinión pública haya dejado de “informar” o haya “olvidado” a un país que siempre ha sido pobre y lleno de problemas sociales, Francia habrá explotado los recursos del suelo en la zona del Sahel, en especial el petróleo y el uranio, que representan sus verdaderos intereses en el Sahel.

La región del Sahel cubre total o parcialmente el territorio (yendo de oeste a este) del norte de Senegal, el sur de Mauritania, Malí, la parte sur de Argelia, Níger, Chad, el sur de Sudán y Eritrea. Cabe destacar, que Níger es el país donde Francia tiene más intereses económicos, dado que en las minas nigerinas se extrae el 8% de la producción mundial de uranio, del cual más del 30% es exportado a Francia.

Toda intervención militar, de cualquier potencia (sea occidental u oriental) en un Estado, tiene intereses económicos estratégicos, los cuales se maquillan con la fachada de la lucha por los derechos humanos y la democracia mundial.