Luis Antonio Sobrado no fue el primero

Existe por lo menos un precedente que yo conozca: mi padre también fue magistrado del TSE y renunció por un asunto de principios

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Sin demeritar en modo alguno el gesto del magistrado presidente Luis Antonio Sobrado de renunciar a su cargo en el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), que demuestra su gran categoría humana y responsabilidad en el alto cargo que ocupó con honor, quisiera comentar que el hecho se ha presentado en los distintos medios de comunicación como si fuera algo nunca visto.

En realidad, la información no es del todo correcta. Existe por lo menos un precedente que yo conozca. Cuando para la campaña de 1974 fui designado candidato a diputado por el Partido Renovación Democrática, por la provincia de San José, mi padre, el licenciado Mariano Echeverría Morales, quien desempeñaba el puesto de magistrado suplente del Tribunal Supremo de Elecciones prácticamente desde sus inicios, y que formó parte del primer tribunal integrado por cinco miembros, también renunció a su cargo.

Mi padre consideró que existía una incompatibilidad legal y ética, así como un posible conflicto de intereses, pues no podría ser juez, con la debida independencia y objetividad, si su hijo era candidato.

Así, se conduce un caballero, una persona digna y recta en su proceder público. Don Luis Antonio Sobrado ha procedido como tal, y su gesto, como los anteriores en el mismo sentido, merecen el reconocimiento público.

jjeb@ibe.cr

El autor es abogado.