Luis Alberto Monge, benemérito de la patria

Monge Álvarez recibió un país en crisis, la situación económica estaba descontrolada y el desempleo era muy elevado

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Luis Alberto Monge Álvarez se une al grupo de beneméritos de la patria, compuesto por seres humanos que se atrevieron a cambiar el mundo y transformaron los caminos de nuestra historia patria: por inteligencia y probidad, por sus valores y acciones heroicas, por destacar la consagración a las artes y la música, en gratitud por acciones hacia la humanidad. Personas que pasaron por la vida con propósitos altruistas.

A Luis Alberto Monge se le reconoce por sus virtudes. Una persona que nació del pueblo y jamás lo abandonó. La niñez, al lado de una madre amorosa, le heredó un corazón inmenso.

Su pensamiento y acción política no pueden separarse de este legado. La juventud estudiosa y aventurera, consolidada con sus compañeros del Instituto de Alajuela, lo llevó a distinguirse, con 24 años, como único representante de los trabajadores en la Asamblea Nacional Constituyente de 1949.

A los 19 años, fue presidente de la Confederación de Trabajadores Rerum Novarum. La madurez la alcanzó rápidamente con abundancia de lecturas y, por la experiencia de una vida internacional, a los 34 años, fue secretario regional de la Organización Internacional del Trabajo.

Fue tres veces diputado y en el último período ocupó la presidencia de la Asamblea Legislativa. Durante la constituyente fue el diputado del partido socialdemócrata que defendió y perfeccionó el capítulo V de la Constitución Política, sobre derechos y garantías sociales.

Durante sus otros dos períodos, consagró trascendental legislación: ley del aguinaldo, de la propina para los trabajadores gastronómicos, de fomento al desarrollo avícola y a la industrial rural, la de exoneración a los instrumentos musicales y aportó sus ideas a la ley de asignaciones familiares.

Fue derrotado electoralmente en 1978, pero era un político maduro, que aceptaba el veredicto del pueblo. Constancia, pasión e inteligencia marcaron su segunda candidatura y el triunfo electoral en 1982.

Como presidente electo, su primera declaración fue llamar a la unidad del país. Agradeció a la democracia, a quienes votaron por él y a quienes no lo hicieron. Expresó que es la manifestación del mejor sistema de vida política que existe.

Recibió un país en crisis. La situación económica estaba descontrolada y el desempleo era el más alto conocido hasta esa época. Reformó la ley de la moneda para obligar la estabilidad del tipo de cambio del colón en relación con el dólar.

Redujo la inflación y eliminó impuestos sobre la producción y las exportaciones. Generó modelos de incentivo para la exportación de productos no tradicionales y promovió el turismo. Recuperó la industria interna y potenció la externa. Fortaleció el cooperativismo e impulsó el solidarismo.

Luis Alberto fue un presidente de la República que mantuvo el oído pegado al corazón del pueblo. Estabilizó el país y lo colocó internacionalmente. Vivió el período bélico en Centroamérica entre las dos potencias mundiales durante la Guerra Fría: Estados Unidos y la Unión Soviética.

En respuesta, declaró la neutralidad activa, perpetua y no armada frente a los conflictos bélicos. No fue neutralidad ideológica, sino militar. Esta proclama adhiere a los principios de la no intervención, la libre determinación de los pueblos y el pluralismo ideológico.

En el libro de la historia costarricense se incorpora una nueva página. Monge se distinguió en esta obra por hechos que lo diferencian de otros compatriotas que han sido presidentes de la República.

No exento de errores, como todo ser humano, sus virtudes sobrepasan las falencias. Este no es el fin. Se abre una etapa para estudiar con detalle la obra de Luis Alberto Monge Álvarez.

Será escuela de filosofía humanística y política democrática que debemos desarrollar. El profesor nos estará viendo desde la eternidad. Su pensamiento y palabra serán nuestro recuerdo y motivación.

El autor fue asistente político en el despacho de Luis Alberto Monge Álvarez, presidente de la República de 1982 a 1986.