Lucha digital en Venezuela

‘El periodismo enredado’ prevalece en escenarios de desinformación y conflicto

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Existe un tipo de lucha por la democracia en Venezuela que no se reporta, o sobre la que existe menor cobertura internacional. Es la lucha tecno-digital por la democracia.

Es lo que el teórico de la democracia Larry Diamond ha llamado “tecnología de la liberación”, refiriéndose a las herramientas tecnológicas utilizadas para el empoderamiento de los ciudadanos y la facilitación de la comunicación y la movilización independientes que permiten fortalecer a la sociedad civil debilitada o emergente.

El vibrante quehacer político y social digital de cara a la creciente represión y censura de la autocracia de Maduro es un vivo ejemplo de la materialización de la tecnología de liberación en Venezuela. La censura de los medios de comunicación tradicionales ha conducido al auge de los medios digitales y a lo que algunos llaman en Venezuela “el periodismo enredado”, ese que ha aprendido a desenvolverse en escenarios de conflicto, desinformación y violaciones a la libertad de expresión.

Internet y las redes sociales han permitido a los medios digitales llegar a gran número de personas de forma inmediata en una sociedad con sed de información independiente y objetiva. A pesar de los problemas de infraestructura debido a la crisis económica y de ser el segundo país con el servicio de Internet más lento en el continente, la conectividad de la población se ha acelerado en los últimos años llegando a un 100% en la capital y más del 55% en todo el país. Además, el acceso a los celulares ha alcanzado el 90%.

Fuente de información. Los medios digitales se han convertido en la alternativa para estar informados ante la pérdida de credibilidad, cierre o autocensura de los medios tradicionales. Según Tendencias Digitales, el 81% de la población con acceso a Internet dice utilizar la red para acceder a las noticias. Después del inicio de las protestas, el 78% de las personas encuestadas considera que el acceso a la información es malo.

Twitter y WhatsApp se encuentran a la cabeza como medios para obtener información, no solo por la rapidez, sino por la opción de compartir contenidos. En cuanto a la credibilidad de la información, el 72% de los encuestados consideran las web de noticias como la mejor opción.

Dentro de la multiplicidad de medios digitales surgidos en los últimos años, existe variedad en términos de calidad, veracidad y objetividad. Grandes desafíos se presentan también por las noticias falsas, la desinformación y la utilización que el gobierno de Maduro hace de Internet a través de los medios digitales estatales.

Creatividad. No puede dejarse de lado la brecha digital de casi la mitad de la población, lo que les impide obtener el mismo grado de información al que tiene acceso la población conectada. No obstante, la creatividad periodística no ha tardado en aparecer a través de iniciativas como #ElBusTV, donde un grupo de periodistas ha optado por subirse a los buses, especialmente en las zonas rurales, para dar las noticias.

El Estímulo, El Pitazo y RunRunes son medios digitales que destacan por su calidad, según el Ranking de Medios Digitales (enero-febrero 2017). Además, un medio con alcance internacional es Prodavinci, el cual cuenta con expertos de datanalisis y otros campos que brindan análisis comprensivos de los acontecimientos políticos y económicos en Venezuela. En términos de alcance, el medio más seguido en Twitter es La Patilla, con 6.442.031.

Pasando al campo del ciberactivismo, la guerra de los hashtags y la convocatoria a hangouts no se han hecho esperar. El país ha visto crecer esos fenómenos en medios digitales, foros de difusión de información, capacitación y movilización. Los #hangouts políticos realizados por los periodistas/activistas Luis Carlos Días y Naki Soto se han vuelto virales nacional e internacionalmente; en ellos, se informa a la ciudadanía y se capacita a periodistas y activistas a trabajar en la lógica de redes y a conocer sus derechos mediante Youtube o Facebook live. Pero lo virtual pareciera estar íntimamente conectado con la calle, pues dichos hangouts se celebran también en las plazas o cafés, sobre todo, después de que se iniciaron las protestas y que Internet se “cae” con frecuencia.

La tecnología de los juegos también ha tenido su rol mediante la creación de juegos descargables en Google sobre la situación de la crisis en Venezuela. El juego Rostros del Guaire ofrece una simulación de los acontecimientos ocurridos en las protestas del 19 de abril y el jugador se convierte en un manifestante reprimido. Lost, por su parte, presenta la realidad de los periodistas ante el problema moral de informar en la dictadura de Maduro.

Pero el problema es que el autoritarismo también conoce del avance de la tecnología y hace uso de ella en el estado de excepción. Según un comunicado público hecho hace unos días por organizaciones académicas y de la sociedad civil de la región latinoamericana, esto ocurre no solo a través de los métodos para restringir el tráfico y el contenido de Internet (al día de hoy se conoce de 41 sitios web bloqueados), sino para vigilar a periodistas y activistas hostigándolos luego en la calle y hasta para hacer uso de drones en el control de los manifestantes.

La autora es politóloga e investigadora.