Los ‘pecados’ de santa Teresa de Calcuta

La Madre Teresa de Calcuta recibía a los niños, los protegía, los alimentaba y los curaba

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La canonización de Teresa de Calcuta ha sido criticada por algunos que le achacan a la ahora santa algunos pecados. Dicen que no les daba los mejores servicios médicos a aquellos enfermos –algunos moribundos– que recogía de las calles y que, en sus albergues, las condiciones sanitarias no eran las mejores.

Dicen los que saben que para hablar solo se necesita tener lengua y un aparato fonador que funcione aunque no le asista la razón y solo lo haga para molestar. A esto último me suenan las críticas a Teresa de Calcuta por sus “pecados”.

El hecho cierto es que, salvo si ya le salvó la vida a alguien, si ya le limpió las heridas purulentas a alguien, si ya le dio casa, comida y cuidado a un niño que no es nada suyo, si ya lavó el cuerpo a una persona con sida con sus propias manos sin guantes, es mejor callarse y dar gracias a una mujer que como la Madre Teresa entregó su vida a millones que, de no haber sido por ella, no habrían tenido a nadie a su lado para crecer, sanarse o morir con algo de dignidad.

Antiabortista. Ah, otro pecado: dicen los abortistas que la Madre Teresa pecó por oponerse al aborto. Pero es que Teresa, la mujer de entonces no la santa de ahora, no solo se opuso al aborto, sino que, además, dijo algo que pocos, muy pocos han dicho dentro o fuera de la Iglesia católica: “No los matéis, dádmelos a mí”.

Yo quisiera saber cuántos abortistas o antiabortistas han tenido el coraje, la grandeza, la santidad de Teresa para decir esa frase y, además, hacerla realidad.

Todos los niños que a ella llegaron fueron recibidos, protegidos, alimentados, curados, criados. Hoy son miles los que están vivos gracias a ella y agradecidos. Así que, en cuanto a la Madre Teresa, es mejor que aquellos que hoy quieren denigrar a la mujer callen ante su santidad.

El autor es abogado.

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