Liderazgo en la era del conocimiento

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Ciertamente, lo que se estudia pasa a constituir una parte fundamental del ser, al punto que muchas veces es difícil separar al profesional de la persona, y viceversa. El estudio influencia la forma de ver la vida, la determinación del valor de las cosas y la manera de tomar decisiones, la forma de hablar y escribir. En fin, cómo se piensa.

Hoy se preparan estudiantes en facultades y en grupos numerosos, con las respectivas ventajas y desventajas que eso conlleva. Por ejemplo, existen carreras que forman profesionales con habilidades para generar problemas, otras para comunicarlos, reflexionar y divagar sobre ellos, valorarlos y hasta para torearlos. Todas son importantes, pero las que se preparan para resolverlos son las imprescindibles.

Considerando que actualmente las sociedades más desarrolladas son aquellas basadas en el conocimiento y la innovación, es oportuno preguntarse qué perfil debe tener un líder en esta era. La respuesta, naturalmente no es sencilla porque, además de los conocimientos, las destrezas y habilidades, es fundamental la capacidad para manejar otras variables propias su entorno.

Algunos ejemplos de líderes que han conducido a sus países por la senda del crecimiento podrían brindar alguna luz. En China, por ejemplo, los últimos presidentes Jiang Zemin, Hu Jintao y Xi Jinping han tenido formación en ingeniería y ciencias. En la India, el expresidente A.P.J. Abdul Kalam, ingeniero aeronáutico fue uno de los principales responsables de convertir ese país en una potencia de la industria digital y aeroespacial. Similares perfiles ha tenido Corea del Sur y Singapur.

Ciencia que guía. Lo opuesto también es válido; es decir, la pobreza intelectual de un gobernante puede tener efectos nocivos sobre su liderazgo y, consecuentemente, en el desarrollo de sus pueblos. Al respecto, suficientes ejemplos se han visto en Latinoamérica.

En esta era del conocimiento, lo leído, aprendido y viajado constituye el más valioso patrimonio que un líder pueda tener. Esto, deberá complementarse con otras cualidades como la capacidad para inspirar, la valentía para tomar decisiones, la integridad, la visión de mundo, el pensamiento lógico y prospectivo, la fe en el espíritu humano, el manejo de conflictos, el optimismo, el respeto por la naturaleza y la perseverancia. El líder será valorado por lo que sabe y por lo que hace con lo que sabe.

Finalmente es bueno resaltar líderes ejemplares en la historia de Costa Rica, destacando el Dr. José María Castro Madriz quien ya en 1844 decía: “Triste del país que no tome a las ciencias por guía en sus empresas y trabajos. Se quedará postergado, vendrá a ser tributario de los demás y su ruina será infalible, porque en la situación actual de las sociedades modernas, la que emplea más sagacidad y saber, debe obtener ventajas seguras sobre las otras”.