Lección política de Hamburgo

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El pasado 24 de febrero se realizaron las elecciones estatales de Hamburgo, Alemania. Como resultado de éstas, el partido Demócrata Cristiano (CDU) perdió la mayoría en el parlamento estatal. Su socio natural el partido Liberal (FDP) no logró el 5% mínimo requerido para la representación parlamentaria. Los otros partidos, Social Demócrata (SPD) y los Verdes no alcanzaron los votos requeridos para formar entre ellos un gobierno. Finalmente, no había ambiente para formar una gran coalición entre CDU y SPD.

Unión inédita. En este difícil panorama, surgió la posibilidad de una unión inédita entre la CDU y los Verdes, propuesta que fue recibida con asombro y escepticismo, dadas las enormes diferencias políticas de ambos grupos. La CDU de derecha y los Verdes de izquierda y ecologistas. Sin embargo ambos partidos negociaron fuertemente y al cabo de 100 horas de intensas deliberaciones durante siete semanas acordaron formar un gobierno común. Es lógico, pues, preguntarse: ¿Cómo dos partidos tan diferentes pudieron llegar a un acuerdo para gobernar juntos?

La respuesta es compleja, pero se coincide que es una solución pragmática. No obstante, esta nueva alianza refleja sin duda una madurez y deseos serios de trabajar por la sociedad en general. En el caso de los Verdes significa, por el momento, prescindir de la retórica incendiaria y de la democracia callejera. Para la CDU es reconocer que la economía no debe destruir el ambiente y dejar los prejuicios contra quienes los demócratas cristianos denominaban “una banda de ex-hippies con sandalias”.

¡Aprendamos! Bueno, ¿y qué relación tiene esta novedad política del norte alemán con Costa Rica? Desde mi perspectiva, nos dice que sectores políticos, sindicales y gremiales deben abandonar sus poses de divas resentidas y de mártires reencarnados para dialogar y ponerse a trabajar por nuestro país. Pues, para lograr la coalición referida, se necesitó valor, visión, humildad y responsabilidad, valores ausentes en buena parte de los actuales líderes costarricenses.

Aprendamos de este ejemplarizante esfuerzo de personas con caracteres diversos, pero con alta autoestima, que superaron sus divergencias mutuas por medio de respeto, diálogo y negociación para lograr un bien común. Tratemos de emular esta acción política para ubicar a nuestro país en un camino de desarrollo económico equilibrado y verdadera paz social.