¿Le cobro a doña Ileana Balmaceda?

Pude experimentar el malestar de miles de ticos en la CCSS

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Basta con enfermarse o con visitar los servicios de la Caja Costarricense de Seguro Social para darse cuenta de la carencia de recursos o de especialistas en la institución que vela por la salud de los costarricenses.

Me tocó y pude experimentar el malestar que miles de ticos sienten cada vez que recurren a los Ebais, clínicas y hospitales del país.

Ah, y descubrí que no hay dermatólogos disponibles en la Clínica Carlos Durán Fallas, ubicada en Quesada Durán.

El lunes 11 de noviembre aproveché mi día libre para visitar el Ebais de San Sebastián y romper la racha de unos seis años de no ir a un centro de salud. La prioridad era que me revisaran una resequedad que me apareció alrededor del ojo derecho, pero para aprovechar el viaje, pedí exámenes de todo tipo.

Cuando llegué a la cita, a eso de las 10:30 a. m., todo pintaba muy bien. El nuevo Ebais estaba aseado y el personal se veía amable. Minutos más tarde me atendió la doctora Cordero, quien me hizo una revisión general. La doctora Cordero, al preguntarme sobre mi problema en el ojo, prefirió mandarme una referencia para que me atendiera un especialista en la Clínica Carlos Durán. El martes 12 de noviembre antes de entrar al trabajo, fui a sacar la cita; después de esperar unos 15 minutos para que me atendieran, presenté los papeles a la secretaria. Cinco minutos después, la muchacha me dio la noticia de que no había campo y que tenía que ir a mediados de enero del otro año para ver cuándo me podían dar la cita. Le expliqué el problema y le pregunté que si había alguna manera de que me vieran antes, ya que me preocupa que la resequedad se extienda por toda la cara; me dijo que solo había una posibilidad y era que acudiera a la Dirección Médica de la Clínica, que estaba ubicada en el segundo piso. Me presenté en la ventanilla correspondiente; le expliqué el caso al muchacho que me atendió y me dijo que esperara. Tres minutos después me comunicó que no se podía hacer nada. Inmediatamente le consulté que quién dio esa orden, y me dijo que la doctora Gabriela Vásquez Li. Aunque es un tema conocido por todos, no deja de indignar la crisis que está atravesando esta institución desde hace ya varios años. Ahora tendré que ir a un especialista privado que, gracias a Dios, puedo hacerlo. Pero, ¿los que no pueden? ¿A quién le cobran los exámenes que se realizan con doctores privados o las consultas? Todavía no sé si es la doctora Vásquez quien paga esas consultas o bien a la directora ejecutiva de la Caja, doña Ileana Balmaceda.