Las oportunidades para las pymes

En el mercado hacen falta mecanismos que aseguren democracia económica

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Tengo que ser franca, no me imaginé que a estas alturas del partido, LaNación decidiera polemizar sobre temas ligados con el proteccionismo estatal, con definición y demás características ante los esfuerzos de la Administración Chinchilla a favor de las pymes. Creí que esas discusiones se habían superado hace más de una década con la promulgación de la Ley para el Fortalecimiento de la Pequeña y Mediana Empresa y más recientemente con la aprobación de la Ley del Sistema de Banca para el Desarrollo. Esta última ley, recordemos, se da al calor del proceso más dinámico que ha tenido nuestro país en temas de apertura comercial, como fue la aprobación del TLC con los Estados Unidos, convencidos de que estos procesos requieren formas de acompañamiento a las pymes para que accedan a la innovación y logren aumentar su productividad al estar más expuestas a la competencia.

Los costarricenses deberán conocer que la ministra de Economía, Industria y Comercio, rectora por mandato de ley de las políticas públicas para el fortalecimiento de las pymes fue la cara visible del Sí al TLC como diputada y jefa de fracción del Partido Liberación Nacional en la anterior legislatura.

Por lo tanto, no creo que se me considere como una “fan” del proteccionismo. Recorrí todo el país, convencida de las enormes oportunidades que se le abrían a Costa Rica con la aprobación de este importante instrumento comercial, pero defendiendo siempre que los beneficios no se podían limitar a un grupo de empresas transnacionales o empresas grandes costarricenses, sino que también tenía que alcanzar a aquellas unidades de menor tamaño.

Y es que está más que claro: la cancha no está pareja en el mercado para todos, aquí o en los Estados Unidos de América, o en cualquier país del mundo.

Como lo señala el reciente estudio de la OCDE y la Cepal denominado Perspectivas económicas de América Latina 2013“Las pymes latinoamericanas pueden transformarse en agentes importantes del cambio estructural y del aumento de productividad. Un esfuerzo de esta naturaleza requiere de un cambio de enfoque en las políticas públicas hacia las pymes (...). En particular, las políticas en los ámbitos de financiamiento, competencias y formación, sistemas de innovación y difusión tecnológica, y las políticas de articulación productiva pueden ayudar a las pymes a superar sus barreras”.

De ahí la urgencia de implementar programas integrales de apoyo a las pymes, como lo dictan nuestras leyes, que se inspiraron en la Ley Federal de los Estados Unidos de América que crea desde hace más de 60 años el Small Business Administration. ¿Será entonces que los Estados Unidos, el país más liberal del mundo, se equivocó en plantear apoyos a sus pymes, a los ojos del editorialista? No, por el contrario, es su visión de desarrollo lo que llevó a implementar uno de los programas más exitosos, por los que han pasado empresas reconocidas tales como Intel, Apple y HP, cuando iniciaron como pymes.

El editorialista también critica los instrumentos diferenciados que tiene el Sistema de Banca para el Desarrollo reclamando la supuesta distorsión que generan los recursos del “peaje bancario” sobre el sistema financiero. Recordemos que este nace hace más de 18 años ante la apertura de cuentas corrientes en los bancos privados y buscaba financiar el desarrollo productivo nacional.

A la fecha aún no se han podido acceder a estos fondos, contándose únicamente con los fondos del Finade que han facilitado el acceso a financiamiento con instrumentos novedosos tales como leasing, factoreo, avales y garantías, y capital semilla para los emprendedores.

Las fuerzas del mercado no son perfectas, por el contrario, producen inequidad y son excluyentes, por lo que se hace necesario contar con estos mecanismos para asegurar democracia económica, algo de lo que nos hemos sentido históricamente muy orgullosos en Costa Rica y que no podemos perder.