Las elecciones municipales

Con los planes de gobierno, los candidatos inician una buena o mala futura gestión

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El pasado 7 de octubre el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) convocó a los ciudadanos a los comicios municipales del 7 de febrero.

Al efectuarse el proceso de manera separada de las elecciones nacionales, acentúan, de cierta forma, la autonomía municipal, o al menos la atención mediática no tendrá distractores.

Buena parte del discurso del presidente del TSE, Luis Antonio Sobrado, lo caracterizó el llamado a la participación, lo cual es loable, pero lo es más el llamado que hizo a emitir un voto informado, con razonamiento, conocimiento y examen de los candidatos que conforman la papeleta y su equipo de trabajo. Y, más importante, sus proyectos.

No es poca cosa. Es necesario que las propuestas sean posibles de llevar a la práctica y acordes con las necesidades de los diferentes cantones.

Desde los planes de gobierno, los candidatos inician una buena o mala futura gestión, y resulta absurdo pretender engañar al electorado con proyectos carentes de toda lógica o sentido común.

El régimen municipal tiene asignadas labores que inciden directamente en la vida de los ciudadanos. Desde la recolección de basura y el mantenimiento de carreteras, hasta la administración de cementerios y la elaboración de normativa como los planes reguladores. Esto, sin hacer un examen minucioso de toda la carga de trabajo cotidiano.

La democracia costarricense debe dar pasos hacia una mayor exigencia y calidad de los funcionarios elegidos popularmente a cargos municipales.

Mejora sustantiva. Evidentemente, si el deseo es fortalecer la autonomía municipal, otorgar a los ayuntamientos más competencias y más presupuesto, sus funcionarios deben mejorar en todo sentido como Administración Pública.

Hay que mejorar en varios aspectos las regulaciones existentes, porque se convierten en fallas estructurales en materias como la transparencia de la gestión, la exigencia de resultados y la rendición de cuentas.

Existe mucho que hacer, como en toda la Administración Pública costarricense. Ejemplo de esto es la poca ejecución presupuestaria en los gobiernos locales.

Es vital que los candidatos municipales entiendan la importancia de mejorar en estos ámbitos y concentren sus esfuerzos, al menos, en algunos de ellos.

No es un secreto que la descentralización de funciones, como parte del fortalecimiento del gobierno municipal, viene rondando desde hace un buen rato y se manifiesta en aprobaciones de reformas constitucionales y leyes, como la Ley especial para la transferencia de competencias: atención plena y exclusiva de la red vial cantonal.

Por tanto es primordial fortalecer el gobierno local ejerciendo el sufragio en las elecciones municipales, con el discernimiento de una elección informada y buscando llevar a las personas más capacitadas a esos cargos.

Es necesario ejercer un voto razonado y reflexivo, darles la importancia que revisten los puestos que se eligen y otorgarle sustento a la descentralización de la que tanto se ha discutido en el país por años.

David Oconitrillo Fonseca es abogado.