La nueva cara de la Asamblea Legislativa

El grupo de profesionales ganador comprendió la razón de ser de la Asamblea Legislativa

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La necesidad imperante de nuevas edificaciones para el Primer Poder de la República de Costa Rica por fin tiene una respuesta consolidada; pero, para hacer mención de este acontecimiento es necesario echar un vistazo a la historia.

Fue en 1958 cuando se ubica en cuesta de Moras la actual sede de la Asamblea Legislativa. Luego de ese momento, todas sus instalaciones son el resultado de una fusión de varias estructuras de distintas épocas colindantes al edificio principal, obra del Arq. José M.ª Barrantes, tales como el Castillo Azul, la Casa Rosada, los antiguos Colegio y capilla Sión, edificaciones que no han sido suficientes para albergar las funciones legislativas, razón por la que actualmente se alquilan cinco edificios.

Ese transcurso de ocupación de espacios que ha vivido el Congreso, precisamente es el corazón del bien denominado por arquitectos, historiadores y urbanistas “Centro histórico de Costa Rica”, compuestos por la antigua Fábrica de Licores, hoy Cenac y el Ministerio de Cultura, la Biblioteca Nacional, el Parque Nacional, el Cuartel Bellavista, hoy Museo Nacional, y edificaciones más nuevas, como los Tribunales de Justicia, entre otros.

Revisando la historia propia de la Asamblea Legislativa, nos hace un recuento de órdenes sanitarias por parte del Ministerio de Salud, por las condiciones insalubres, fallas estructurales y la necesidad de restauración del patrimonio. Pero la verdad, conocida por muchos, ha sido la existencia de casi una decena de intenciones para renovar y actualizar las necesidades de este Primer Poder, propósitos caídos por lo discontinuo y desarticulado de las decisiones políticas, razón que hizo necesario que los diputados se dedicaran a sus funciones políticas y delegaran esta responsabilidad en manos de quienes como profesionales en este campo sí tenían la posibilidad para concretar la única ruta viable para la construcción de nuevas edificaciones.

Es así como el Directorio legislativo dejó en manos de funcionarios legislativos administrativos y el Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos las decisiones sobre el cómo lograr un proyecto que avanzara con firmeza, decisión que da cabida a la idea de un proceso a través de un “Concurso Nacional para el diseño del Anteproyecto de la Asamblea Legislativa”, con todas las normas internacionales, que depositó la escogencia en la responsabilidad de un jurado calificador compuesto por destacados profesionales ingenieros y arquitectos nacionales, además de la importante participación del arquitecto internacional Germán Samper, quien tiene amplia experiencia en intervención urbana de áreas patrimoniales.

Este jurado tuvo la oportunidad de elegir un diseño, luego de revisar veintidós anteproyectos que dieron buena posibilidad de escogencia y transparencia por medio de la participación democrática.

El grupo de profesionales ganador comprendió las razones y funciones de la Asamblea, con el desarrollo de conceptos tan importantes como “la democracia es horizontal” y “el Pueblo está por encima de los diputados”, así como la necesidad de integrar las funciones del proceso legislativo y minimizar los costos de operación, yla importancia de darle espacio al ciudadano como principal motor y dueño del Primer Poder de la República.

Además, cumplió con el condicionante sin excepción de resguardar el patrimonio y a la vez crear una edificación inteligente que haga la máxima utilización de los recursos, así como de materiales económicos y amigables con el ambiente; todo, sin opulencias ni desperdicios.

No existe posibilidad de describir este proceso sin agradecer a los funcionarios legislativos, directores administrativos, jefes de áreas y al director ejecutivo, por sostener todos para esta ocasión nuevamente la capacidad de ilusionarse y trabajar arduamente, a pesar de las muchas veces que fueron truncados los esfuerzos. Por supuesto, agradecer al Banco de Costa Rica por aportar como financiamiento vital la figura del fideicomiso, al Colegio Federado, garante sin igual de este reto, a todos los promotores de cuidar el patrimonio y la historia, al Directorio legislativo anterior por definir de una vez por todas que la Asamblea debe permanecer en el mismo lugar, a todos los miembros del Directorio legislativo actual por permitir y actuar para que la cosas sucedan, a todos los ciudadanos que sueñan con un espacio accesible y eficaz en todos los sentidos, a todos los soñadores y excelentes profesionales que participaron y por supuesto a quienes con su ingenio lograron hacer posible lo imposible.

Rita Chaves Casanova Diputada. Primera Secretaria, Asamblea Legislativa de Costa Rica