La invención del leogarismo

Sobre el aumento del desempleo y la reducción de la pobreza

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Todo bachiller sabe que un logaritmo es algo así como la clave secreta de un número. Al igual que los números, las ideas pueden expresarse unívocamente por medio de otras ideas que nada tienen que ver con ellas, como ocurrió cuando el ministro Leonardo Garnier, de Planificación, señaló ante la prensa que, con un aumento del desempleo y un descenso del poder adquisitivo de los salarios, en la administración Figueres Olsen se ha producido una disminución de la pobreza. A este tipo de idea disfrazada de idea se le ha inventado, en Alajuela, un nombre: leogarismo. El nombre es aplicable también a esta afirmación de un escolar: "La prueba de que Napoleón empató en Waterloo es que la mitad de los belgas todavía hablan francés". Aplicable, igualmente, a esta de Lester Maddox, en su época gobernador de Georgia: "Parte de la grandeza americana es la discriminación. Sí señor. La desigualdad, pienso yo, engendra libertad y abre oportunidades para las personas". Y a esta otra, tomada de un documento de la United Steel Workers of America: "No es exacto que los negros hayan sido confinados a los puestos más mal pagados; más bien, lo que hubo fue una tendencia de los negros a congregarse en ciertas unidades de trabajo que tienen una variedad de características entre las que se incluye, en algunos casos, una paga en cierto modo inferior a la que se percibe en otras unidades de trabajo en las cuales podrá haber una concentración mayor de blancos".

El leogarismo es, pues, una expresión paradójica pero no contradictoria, irreal pero no inexacta, risible pero no humorística, ridícula pero no necesariamente absurda, en fin, apta para explicar por sí sola por qué nos tienen como nos tienen.

Dijo alguna vez el general Eisenhower: "Las bombas van dirigidas exclusivamente a los objetivos militares... desafortunadamente, hay algunos civiles alrededor de esos blancos" Y cierto senador de Utah, al defender la pena de muerte, declaraba: "La pena de muerte es la expresión del respeto que la sociedad le tiene a la santidad de la vida". Esos, también, son leogarismos auténticos. Pero lo interesante sería escuchar una mayor abundancia de leogarismos en boca de los demás ministros de un gobierno tan leogarísmico como el actual. He aquí algunas sugerencias:

"Cuando el número de baches llegue al máximo posible, las calles serán totalmente regulares, solo que más bajas". Ministro de Obras Públicas.

"Cuanto mayor la deserción estudiantil, mayor el éxito educativo, ya que al final de curso el número de reprobados será menor". Ministro de Educación.

"Apenas los mariachis de La Esmeralda canten solo rancheras clásicas, aboliremos la Orquesta Sinfónica Nacional". Viceministra de Cultura. "La desnutrición contribuye al aumento de la longevidad, porque evita la acumulación de colesterol en las paredes de las arterias". Ministro de Salud.

"El terremoto de Limón fue una contribución providencial al desarrollo urbano, por cuanto en pocos segundos reformó muchos edificios y cañerías". Ministro de la Reforma del Estado. "La desnutrición posibilita futuras victorias olímpicas, en vista de que los corredores desnutridos llevan sobre sí menor peso muerto". Ministro de Deportes.

"Los robos de carros descongestionan el tránsito". Ministro de Seguridad Publica.

"Haití es el país más pobre y Aristide el presidente más popular del continente. Ergo, Costa Rica es un país requeterriquísimo". Ministro de Información.

Y para demostrar que nada es nuevo bajo el sol, veamos esta de Ceausescu, cuando tuvo que explicar por qué, durante la escasez de energía eléctrica provocada por la ineptitud de su propio gobierno, la televisión rumana redujo sus transmisiones a dos horas por día; "Yo no quería que la población se cansara, ya que de otro modo se iría a dormir demasiado tarde".