El tabaco mata a un millón de personas en las Américas cada año y es la principal causa evitable de muerte en el mundo. En Costa Rica el 15% de la población fuma. La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) invierte ¢58.000 millones cada año en la atención de enfermedades relacionadas al tabaco (6% de los gastos en salud). Se pierden 55.000 días de trabajo al año en Costa Rica, mueren diez personas cada día por enfermedades asociadas y se brinda 858.000 consultas médicas anuales asociadas al fumado.
El consumo de este producto y la exposición al humo de tabaco se asocia al 90% de los cánceres de pulmón y al 30% de todas las muertes por cáncer. Influye en el desarrollo de 80% de los casos de bronquitis crónica y enfisema y en el 30% de las muertes por enfermedad coronaria.
La ciencia ha demostrado inequívocamente que el consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco son causas de mortalidad, morbilidad y discapacidad, causando un daño irrefutable evidenciado en miles de artículos científicos.
Muchos Gobiernos, dudan en adoptar medidas legales y políticas necesarias para disminuir el consumo del tabaco por temor a las consecuencias económicas negativas.
La economía del control del tabaco es un tema complejo por tantos intereses que se mueven alrededor de él. A grandes rasgos, los argumentos económicos se pueden dividir en cuatro argumentos. Estos argumentos incluyen el impacto económico que tienen las leyes y políticas estrictas del control del tabaco en empleos, impuestos (ingresos fiscales), contrabando y las consecuencias económicas de la ley de espacios 100% libres de humo.
Empleos. La oferta de cigarrillos en Costa Rica está dominada por dos empresas transnacionales. La parte de producción de la industria tabacalera es una fuente muy limitada de empleos por ser altamente mecanizada. Los empleos en la producción de cigarrillos representan menos del 1% del total de empleos en manufactura.
En cuanto al comercio exterior de productos de tabaco de Costa Rica, las exportaciones a partir del año 2009 registraron valores inferiores a $2 millones con el total de exportaciones siendo de $8,8 billones en ese período.
La producción de tabaco es una parte ínfima de la economía costarricense; el control estricto del tabaco no produciría una perdida neta de empleos. La teoría económica dicta que se daría un cambio en los patrones de consumo. La mayoría de bienes requieren mayor mano de obra que los cigarrillos y consecuentemente se crearían nuevos empleos.
Impuestos e ingresos fiscales. Ha sido comprobado que el aumento de impuestos es la medida más efectiva para disminuir el consumo de tabaco; causa la cesación y disminución del fumado.
Los políticos muchas veces están en contra de aumentar los impuestos del tabaco argumentando que la disminución consecuente en la demanda y la venta le costará al Gobierno ingresos importantes. Sin embargo, se ha comprobado lo contrario: aunque con el aumento del precio por aumento de impuestos habrá una disminución en el consumo y disminución en ventas. El consumo baja en una proporción menor al aumento en impuestos, resultando en un aumento neto de ingresos fiscales.
Contrabando. Se usa el argumento equívoco de que el aumento de impuestos al tabaco causa aumento en contrabando. La evidencia prueba que un aumento en impuestos no se traduce en un aumento significativo en contrabando. El aumento que se da es marginal; aun con este leve aumento en contrabando, hay reducción del consumo total.
El contrabando de tabaco esta íntimamente relacionado con el nivel de corrupción ya existente en el país, los cambios en el contrabando no son significativos.
Espacios 100% libres de humo. La exposición al humo de tabaco aumenta el riesgo de cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas en un 30% . Además de proteger a los individuos de la exposición involuntaria al perjudicial humo de tabaco, las prohibiciones de fumar en lugares públicos han demostrado estar asociadas con la disminución de la cantidad que fuma la población.
Hay muchos estudios en los cuales se evalúa los efectos económicos de la regulación del tabaco por medio de espacios 100% libres de humo, usando como indicadores ventas totales y estadísticas de empleo en restaurantes, hoteles o bares. Todos estos estudios han concluido que el efecto económico es nulo en bares, restaurantes y hoteles al implementar espacios 100% libres de humo.
El control estricto de tabaco por medio de leyes es económicamente beneficioso para Costa Rica y representaría una ganancia económica importante por ingresos fiscales. Es fundamental para la salud pública de Costa Rica que se apruebe una ley de control de tabaco que incluya severas medidas impactantes y eficientes en el consumo del tabaco. No es ético ni aceptable asignarle un valor económico a una vida humana.
Cecilia Monge Bonilla. Médica especialista en Medicina Interna, especialista en Salud Pública