La competencia con Cuba

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La remozada relación entre La Habana y Washington plantea nuevas dinámicas económicas y comerciales a las cuales Costa Rica debe prestar atención.

Cuba jugará un papel muy importante en la economía del Caribe en el futuro cercano.

Nuestro país es un destino turístico caro, mientras que Cuba representa una opción novedosa y más barata. En ese sentido, debemos dar seguimiento a una nación que ya compite con nosotros para atraer turismo.

Podemos seguir viéndonos el ombligo y creer que a Cuba le tomará muchos años competir con nosotros. Quienes hemos visitado la Isla somos testigos de la tenacidad de su gente. Analizando los números y los hechos, nos damos cuenta de la necesidad de despabilarnos.

El turismo es la principal industria de la economía costarricense. Según datos del ICT, recibimos 2,4 millones de turistas en el 2013 y 2,5 millones en el 2014. Cuba cerró el 2014 con 3 millones de visitantes y proyecta terminar el 2015 con 3,5 millones.

El turismo representa la segunda fuente de ingresos de la economía cubana, detrás de los servicios profesionales, sector que generó ingresos aproximados por $1.700 millones en el primer semestre del 2015.

En La Habana se espera la construcción de tres hoteles en conjunto con la empresa francesa Bouygues. A su vez, la empresa hotelera Accor ya anunció la construcción de un hotel de 218 habitaciones de lujo en esta ciudad, entre otras inversiones.

La empresa brasileña Odebrecht, por su parte, hizo la ampliación del puerto Mariel y se dispone a la remodelación del aeropuerto José Martí.

Air China prepara un vuelo directo a Cuba, desde este diciembre. Según datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, entre enero y setiembre de este año, 20.404 turistas chinos visitaron la Isla.

Distintas aerolíneas de Alemania, Argentina, Brasil, España, EE. UU., Francia, Italia y México han anunciado un incremento en sus vuelos directos.

Cuba cuenta con un marco jurídico limitado en muchas áreas. Sin embargo, las oportunidades surgirán derivadas de las relaciones propias de la nueva dinámica comercial. Es ahí donde el empresariado costarricense puede aprovechar su conocimiento ( know how ) en materia de inversión e innovación en turismo y servicios, posicionándose en una economía que será estratégica en los próximos años.

Otro punto importantísimo es nuestra relación con la Comunidad del Caribe (Caricom, por sus siglas en inglés). Según datos del Comex, para el 2014 el valor total de las importaciones, producto del TLC Costa Rica-Caricom fue de $70 millones, mientras el valor total de las exportaciones fue de $163 millones.

Esta relación comercial creció en un promedio anual de 9,5% durante el decenio 2004-2014. Aunque Cuba no es parte de Caricom, no debe extrañarnos que pronto lo sea. En marzo, dos reuniones del Caricom, celebradas en Trinidad y Tobago, giraron en torno a acuerdos de cooperación con Cuba. A estas se dio seguimiento en La Habana, del 30 de setiembre al 2 de octubre.

Ignorar esta dinámica sería muy ingenuo de nuestra parte. Afortunadamente, la política exterior sin duda representa una de las fortalezas de la actual administración.

Sobre los otros temas oficiales de la agenda de la visita que hará el presidente, Luis Guillermo Solís, con una delegación oficial los días 15 y 16 de diciembre, salud, deporte y educación, es innegable el éxito cubano en esas áreas. Al punto de ser el único país de Latinoamérica sin desnutrición infantil, según la Unicef.

En cuanto a educación y el deporte, un interesante intercambio entre ambos países puede ser encaminado a partir de esta visita. Mucho nos nutriríamos de la fortaleza cubana en música y cultura, y viceversa.

La valoración que se haga de este viaje presidencial merece atenderse desde los hechos y del potencial económico de las relaciones entre ambos países y no desde la demagogia que tanto daña a la democracia.

El autor es abogado.