La brecha educativa público-privada

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En un reciente artículo ( La Nación , 31/3/2015), el profesor del Incae Mauricio Jenkins presentó una serie de datos que muestran la realidad de las diferencias en resultados académicos entre los estudiantes que asisten a los colegios públicos de nuestro país con respecto a los de colegios privados.

Jenkins concluye que “los datos de las pruebas internacionales PISA, de los resultados de las pruebas de bachillerato, así como de admisión de la UCR confirman la existencia de una brecha sustancial en la educación media costarricense entre colegios públicos y privados, distancia que también pareciera hacerse más grande con el pasar del tiempo (cuando menos de acuerdo con las calificaciones de las pruebas de bachillerato)”.

Sin embargo, probablemente debido a la limitación de espacio en artículos de opinión, no complementó esos datos con los resultados de investigaciones que se han dado a la tarea de analizar esta brecha, por lo que realizo algunos apuntes a continuación.

Investigaciones. La opinión a priori al ver la diferencia en rendimiento entre colegios públicos y privados (que favorece a los privados) es afirmar que el sistema educativo público no sirve y que los colegios privados lo hacen mejor, dado que son privados. Es decir, que la brecha se debe en su totalidad al tipo de administración del colegio.

Sin embargo, muchos investigadores han estudiado estas brechas en sus países, y Costa Rica no es la excepción.

En general, la  evidencia empírica que apoye la idea de que esta ventaja de los colegios privados se deba concretamente al tipo de administración es, en la mayoría de los casos, poco significativa. Se ha demostrado que son otras variables las que explican una buena parte de las diferencias en el rendimiento educativo.

Algunas de estas investigaciones estudian el problema a un nivel agregado, es decir, con datos por cantón, distrito o incluso por colegio, pero estos apenas permiten establecer posibles relaciones a un nivel macro. Son los estudios a nivel micro (es decir, que estudian directamente variables relacionadas con cada estudiante) los que permiten tener un panorama más claro sobre los factores que pueden explicar las diferencias.

En nuestro país, los estudios de factores asociados al rendimiento académico en primaria y secundaria que utilizan metodologías estadísticas rigurosas e internacionalmente aceptadas son escasos, y la mayoría se centra únicamente en muestras de colegios públicos.

Pero, recientemente, y dada la participación de Costa Rica en la prueba PISA, en el 2013 fueron publicados dos estudios que utilizan técnicas estadísticas robustas para estudiar la asociación entre diversos factores con el rendimiento educativo de los estudiantes de secundaria.

El primero de estos dos estudios fue publicado en el IV Informe del Estado de la Educación , y fue realizado por la doctora en estadística Eiliana Montero en conjunto con otros autores, titulado “Costa Rica en las pruebas PISA 2009 de competencia lectora y alfabetización matemática”.

De acuerdo con los resultados de este estudio –que aplica un modelo de regresión multinivel a los puntajes en la prueba PISA de los estudiantes de ambos tipos de instituciones para relacionarlos con otros variables–, aproximadamente un 43% de la varianza de los puntajes se explica por factores asociados al estudiante y un 12% por factores asociados a la institución.

De hecho, el estudio va más allá y elabora un perfil de un típico estudiante de alto rendimiento, que incluye lo siguiente: cursa un grado mayor al que debería estar de acuerdo con su edad, mejor actitud hacia la lectura, usa mejores estrategias para comprender y resumir textos escolares, no es repitente, valora su colegio, lee por gusto o por iniciativa propia, su hogar tiene un alto índice de posesión de bienes, entre otros. El único factor relacionado con la institución que aparece en este perfil es asistir a un centro educativo ubicado en un distrito con altos valores del índice de desarrollo social.

El otro estudio fue elaborado por este servidor en conjunto con el economista Roberto del Valle, y fue publicado en la revista Cepal N.° 111. En esa investigación, concluimos que son los factores familiares y del estudiante los que explican en mayor medida las diferencias en el rendimiento educativo de los estudiantes evaluados en la prueba PISA.

En el caso de los factores escolares, se midió cómo repercute en el rendimiento escolar el asistir a un colegio público o a uno privado, según las diferencias en calidad educativa brindada en ambos tipos de colegio. En lectura, un 4,11% de la variabilidad del rendimiento se explica por esta variable. Por lo tanto (concluimos en el estudio), el aporte del tipo de colegio no es tan contundente como para afirmar que la brecha en el rendimiento escolar de los estudiantes que asisten a colegios públicos y privados se debe principalmente a una mayor calidad educativa en el sector privado.

En el caso de las matemáticas, esta variable explica un 3,3% de la variabilidad en los resultados de la evaluación Pisaq; y en ciencias, el 6%.

Síntesis. La diferencia entre la educación impartida en los colegios privados (con más y mejores recursos) y la educación brindada en los colegios públicos no tiene un peso tan relevante a la hora de explicar la brecha de rendimiento entre estos tipos de instituciones. En otras palabras, los resultados demuestran que cuando se trata de explicar la desigualdad en el rendimiento educativo, las diferencias en las condiciones socioeconómicas pesan mucho más que las diferencias en los recursos escolares.

Es claro que existen otros factores que aportan a la explicación de las diferencias, pero la brecha público-privadas se reducen si se toman en cuenta las facilidades disponibles en los hogares, ya que es más fácil educar a un joven de familia de altos ingresos que reside en zonas de mayor tranquilidad y seguridad, que a otro con carencias en su hogar y de zonas conflictivas.

Si bien las brechas de acceso se han reducido (entre zona urbana y rural, por ejemplo), es aquí donde realmente el sistema educativo público no ha podido cerrar la brecha de “calidad”: compensar las carencias o privaciones de los estudiantes de hogares pobres, para poder acercarlos a sus pares que provienen de hogares de clase media y alta.

El autor es economista.