Inversión en innovación y capital humano

El programa fortalece las capacidades nacionales en ciencia, tecnología e innovación

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Costa Rica ha tomado la decisión de transitar hacia una economía del conocimiento. Esto implica emprender acciones estratégicas que fortalezcan las capacidades nacionales en ciencia, tecnología e innovación como elemento fundamental para alcanzar una mayor competitividad.

El país presenta uno de los mejores desempeños económicos de la región, en virtud de la estabilidad política y la apertura al comercio internacional, donde además ha sido capaz de armonizar la protección del medio ambiente con el establecimiento de empresas de alto valor agregado. Esto ha permitido diversificar la oferta de productos a más destinos internacionales, propiciando un impulso a la economía nacional.

Sin embargo, los esfuerzos hechos en el pasado en materia de innovación empresarial y formación de profesional ya no son suficientes para mantener al país competitivo a nivel global. Esto se evidencia en el hecho de que Costa Rica debe esforzarse para seguir el ritmo a nuevos competidores de economías y tamaños similares como Panamá, Uruguay, Irlanda o Singapur.

Adicionalmente, el ingreso de grandes actores al comercio mundial como China e India exigen, para mantenerse competitivos, emprender una transición hacia una economía impulsada por el conocimiento y la innovación, que a la vez genere fuentes de empleo, reduzcan la pobreza y la desigualdad social.

Algunos factores por tomar en cuenta en esta transición incluyen aumentar la inversión en investigación e innovación, ampliar la disponibilidad de capital humano de alto nivel especialmente en áreas relacionadas con las ciencias y las ingenierías, así como disponer de incentivos financieros para la innovación empresarial y las prácticas modernas de gestión de la calidad.

El rumbo por seguir es claro; se debe integrar el conocimiento a la base productiva del país, fortaleciendo el desarrollo tecnológico, promoviendo la innovación empresarial, vinculando los centros de investigación con las empresas y apoyando la cultura del emprendimiento.

Evidencias de esta necesidad se han visto desde el Fondo Propyme, donde aumentó significativamente la cantidad y calidad de solicitudes para fortalecer la innovación tecnológica. Aunque se ha colocado el 100% de los recursos disponibles, es evidente que se requiere un esfuerzo adicional para satisfacer las necesidades del sector.

Estudios recientes indican que las empresas beneficiarias de este fondo mejoran su productividad, generan más empleos y exportan más que otras empresas. En este sentido, es estratégico contar con incentivos que permitan a las empresas convertir el conocimiento en nuevos productos, servicios y procesos, favoreciendo así el desarrollo económico y social.

Por otro lado, se está llegando a un punto donde los sectores de rápido crecimiento y claves para la competitividad del país, están afrontando limitaciones para encontrar en el país el capital humano que necesitan para desarrollar sus actividades, especialmente en las áreas intensivas en conocimiento.

El talento humano costarricense, que constituye una de las principales ventajas competitivas del país, paradójicamente también se está convirtiendo en un desafío de atención inmediata; solo mediante el incremento de las capacidades del capital humano, los costarricenses podrán encontrar más y mejores posibilidades de empleo, reduciendo las tasas de desempleo, la desigualdad salarial y los niveles de pobreza.

Ante las necesidades de inversión identificadas, el Gobierno de la República ha gestionado ante el Banco Interamericano de Desarrollo una operación de préstamo por $35 millones de dólares para atender dos requerimientos estratégicos: innovación empresarial y capital humano.

En esta operación se contempla otorgar financiamiento para que más de 170 personas puedan realizar estudios de maestría y doctorado en áreas científicas y tecnológicas, se considera atraer al menos 40 expertos que fortalezcan la investigación y desarrollo en áreas estratégicas, así como recalificar más de 300 profesionales costarricenses en sectores tecnológicos de punta.

Asimismo, se pretende beneficiar más de 100 empresas para que desarrollen sus capacidades empresariales y puedan cumplir con estándares de calidad de los mercados internacionales, se apoyarán 85 proyectos de innovación y desarrollo empresarial y se incentivarán más de 20 nuevos emprendimientos de base tecnológica.

Este programa constituye la principal operación multilateral para fortalecer las capacidades en ciencia, tecnología e innovación del país en las últimas décadas. Próximamente será r emitido a la Asamblea Legislativa para su análisis y ratificación. Confiamos en que las señoras diputadas y los señores diputados valoren el impacto que esto tendrá para los sectores productivos y la competitividad de Costa Rica.