Hospital Nacional de Niños: a las puertas del medio siglo

Hoy celebramos 49 años de existencia del Hospital Nacional de Niños

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Hoy celebramos 49 años de existencia del Hospital Nacional de Niños, antesala del medio siglo de fructífera labor que cumplirá en el 2014 este gran ícono del desarrollo de la salud en Costa Rica.

Todos los que hemos venido trabajando directamente, o en forma voluntaria, en este centro médico hemos aprendido a respetar y agradecer el formidable legado transmitido por aquellos hombres y mujeres que, con gran visión de futuro, emprendieron la ardua labor de dar inicio a un hospital que es orgullo para el país. Pero, además de agradecimiento, sentimos la gran responsabilidad de buscar, de acuerdo con las necesidades del presente, nuevas alternativas y posibilidades que nos permitan servir mejor a la población infantil, visualizando siempre oportunidades hacia el futuro.

Los niños enfermos nos enseñan todos los días a valorar y comprender mejor el sufrimiento, el suyo y el de la madre, el padre o el familiar angustiado; nos enseñan, también, a ver a través de sus ojos esa situación límite entre la vida y la muerte, frente a la cual, cuando se les pregunta cómo se sienten, responden siempre que están bien. En fin, aprendemos a curar o a aliviar ese sufrimiento, y a crecer como seres humanos mediante esta experiencia, tratando de ser mejores cada día.

No hay duda de que la solidaridad que representa este centro médico es el tesoro de los niños y de las futuras generaciones, relativiza lo material y nos eleva a un plano superior, a un espacio lleno de valores donde priorizamos lo que realmente importa. Por eso, luego de 49 años de existencia del Hospital Nacional de Niños, estamos obligados a innovar, a ver más allá y a priorizar lo más vulnerable, lo más delicado, lo más sensible, que son nuestros niños y niñas que viven en este bendito país.

Nuevos métodos y estructuras. A tenor de lo anterior, un nuevo modelo de pediatría nacional exige introducir nuevos métodos de gestión y, además, nuevas estructuras que permitan responder a los cambios demográficos, y también invertir en cada embarazo y nacimiento posicionándolos como tareas preferenciales para sostener a los adultos del mañana y, por ende, garantizar la sociedad del futuro en Costa Rica.

Hoy, el Hospital Nacional de Niños necesita adaptarse a los nuevos cambios, sobre todo con el desarrollo tecnológico, a fin de dar respuesta a necesidades sociales diferentes, impulsando nuestros servicios y modelos organizativos más inclusivos en el territorio nacional, y nuevas formas intrahospitalarias como hospital de día, asistencia domiciliaria y hospitalización domiciliaria, sin dejar de lado a los familiares de los pacientes, en cuanto a que sean más participativos y estén mejor informados.

En otras palabras, la estructura hospitalaria debe extenderse a modelos más abiertos, flexibles, con una conexión estrecha y bidireccional con el ámbito extrahospitalario, evitando el hacinamiento y la aglomeración, que potencian riesgos en la seguridad de los pacientes, tales como infecciones intrahospitalarias y eventos adversos que, sin embargo, se pueden prevenir. En un estudio reciente con la Organización Mundial de la Salud, se ha demostrado que un día de hospitalización innecesaria está en relación directa con eventos adversos que ocasionan morbilidad y mortalidad también innecesarias.

Programas beneficiosos.

Se necesita, pues, impulsar programas que, desde el Hospital Nacional de Niños, han evidenciado grandes beneficios de impacto nacional. Al respecto, hoy quiero destacar a modo de ejemplo, sin olvidar por ello otras iniciativas muy valiosas, el Servicio de Oftalmología, con el programa nacional de baja visión y prevención de la ceguera, que ha permitido la inserción social de pacientes que, por su condición de prematuridad al nacer, estaban condenados a intervenciones quirúrgicas cuyos resultados exitosos eran muy limitados. Y, así, gracias a este programa, hoy cada vez son menos los pacientes que requieren una intervención quirúrgica.

Asimismo, el Programa Nacional de Tamizaje Neonatal ha permitido la posibilidad del diagnóstico temprano de 24 enfermedades, con una labor de 23 años en forma ininterrumpida, evitando el retraso mental, lesiones cerebrales y otras complicaciones en más de 900 pacientes, con una cobertura nacional de 99,3%. Es necesario continuar esta línea de inversión y proyectarnos al diagnóstico de cinco nuevas enfermedades que, desde ya, está en proceso de implementación.

Por otra parte, aunque venía funcionando con anterioridad, se da forma al Centro Nacional de Intoxicaciones, pionero en la región, que atiende alrededor de 10.000 consultas anuales, con una cobertura de 24 horas todos los días del año. Ahora, todos sentimos la gran tranquilidad de poder consultar a este centro cualquier duda sobre un accidente por intoxicación con plaguicida, mordedura de insectos o serpientes, o una dosis exagerada de medicamento. Esto permite prevenir riesgos, en muchas ocasiones sin necesidad de salir de la casa y, en otras, coordinando su atención con el respectivo centro hospitalario, además de que establece mecanismos de alerta a nivel nacional, en conjunto con el Ministerio de Salud, para prevenir riesgos de intoxicación en las comunidades.

Finalmente, desde el 2000 el Programa de Atención Integral Domiciliaria para pacientes con fibrosis quística, oxígeno-dependientes, asmáticos de difícil manejo, ventilados y traqueostomizados ha permitido disminuir la hospitalización de meses a días, y ha cubierto a 600 pacientes en todo el territorio nacional

Otros programas de impacto en la salud de Costa Rica nos esperan, mientras hoy, con gratitud, orgullo y la voz de todo un país, nos preparamos para el medio siglo de nuestro querido Hospital Nacional de Niños.

Orlando Urroz Torres Director en ejercicio, Hospital Nacional de Niños.