Hillary sigue adelante

La mayoría de las encuestas dan la ventaja a Clinton en las próximas elecciones en los EE. UU.

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La mayoría de las encuestas que miden la intención de voto a escala nacional dan la ventaja a la señora Clinton en las próximas elecciones en los EE. UU. De acuerdo con el promedio de Real Clear Politics (RCP) esta superioridad es del 3%. El promedio de sondeos realizado por el New York Times le da una preeminencia de un 4%.

La última encuesta de NBC News-Wall Street Journal (NBC-WSJ) favorece a Clinton con +5%. Encuestas recientes apuntan diferencias nacionales más estrechas. CNN encontró una ventaja en la intención nacional de voto del 2% para Trump, mientras que You Gov/The Economist documentó un 2% favorable para los demócratas.

El resultado final de la elección estará condicionado por las preferencias de varias categorías sociodemográficas y por la distribución espacial del voto.

EL estudio de NBC-WSJ encontró que Clinton se fortalece entre las mujeres (51%-35%), afroamericanos (91%-1%), minorías (69%-17%), jóvenes (46%-34%) y personas con diploma universitario (47%-40%), lo que revela una tendencia a la continuidad de la coalición de votantes que articuló el presidente Obama.

Dicha coalición la integró un número creciente de jóvenes, negros, latinos, mujeres solteras, profesionales y los no religiosos. Los votantes latinos son importantes, pues representan un 13% de los votantes elegibles, aunque no se inscriben con intensidad en los registros electorales.

Los demócratas tienen una ventaja de +9% entre los votantes con identificación partidaria. Actualmente, enfrentan los desafíos de una débil participación, el bajo entusiasmo, la fatiga de los votantes por un tercer período y la persistencia del pesimismo económico.

Electores blancos. El candidato republicano lleva la delantera con los electores blancos (45%-40%), aquellos con más de sesenta años (46%-43%) y los blancos sin educación superior (49%-39%). La clase trabajadora blanca, pilar de Trump, representa el 17% del electorado en esta elección, mientras que las minorías rondan el 30%.

Este segmento blanco de la población es uno de los factores claves, pues aunque la población blanca trabajadora está disminuyendo, lo cierto es que su apoyo a Trump es significativo. Como lo señala Francis Fukuyama, el magnate es atractivo para ellos, dada su agenda nacionalista (proteccionista): “diseñada para proteger y restaurar el empleo (…). Esto explica su oposición a la inmigración (…) y su condena a las empresas estadounidenses que han trasladado sus plantas a otros países con el objeto de bajar los costos”.

Los desafíos republicanos se ubican en una base electoral crecientemente limitada de adultos mayores, electores blancos, hombres, y religiosos. La victoria electoral solo podrá llegar si amplían su base blanca y logran una gran participación; por otra parte, una agenda muy conservadora y excluyente los separa de los grupos con educación superior y de las mujeres solteras.

El rumbo de esta elección estará marcado por la combinación del voto de las minorías, las mujeres blancas solteras con educación superior, los jóvenes, así como por los electores blancos con educación superior. Si Hillary los motiva a votar, la victoria será suya.

Votos electorales. Empero, los datos de la intención de voto nacional son insuficientes. El sistema electoral norteamericano se rige por los votos electorales (VES) asignados a cada estado; y los 270 votos necesarios para ganar la elección en el Colegio Electoral están vinculados a diferentes formas espaciales de expresión electoral, las que varían con la demografía de cada estado. Por ello, resulta imprescindible analizar los procesos estatales.

Ambos partidos tienen estados donde su base electoral es segura, pero hay otros donde el resultado es todavía incierto. California, Nueva York e Illinois son fortalezas demócratas, mientras que Texas, Alabama y Tennessee son bastiones republicanos.

Los swing states o battleground states son aquellos donde el resultado no está claro, y se reparten de manera desigual por la geografía. El éxito electoral en estos está condicionado por las acciones de campaña. Florida, Pensilvania, Ohio, Iowa, Nevada, Michigan, Georgia, Colorado y Arizona son relevantes.

De acuerdo con RCP –salvo Iowa, Georgia, Misuri y Arizona– Clinton lleva una ligera ventaja en estos, aunque en Pensilvania, Virginia, Wisconsin, Nuevo Hampshire y Colorado las diferencias superan el 5%, con un pronóstico reciente de 229 VES para Clinton y 154 para Trump. Una encuesta de GWU apunta que la diferencia (promedio) en estos estados sería de un 2% a favor de la candidata demócrata.

En los últimos días, Trump ha reducido la ventaja de Clinton en las encuestas nacionales, pero su desventaja en el Colegio Electoral no está cambiando, como lo demuestra la última encuesta del Washington Post (7 de agosto).

La demografía y la geografía no son destino, puesto que la dinámica temática de la campaña juega un papel. Del mismo modo, la identificación de los asuntos que preocupan a los electores y las asociaciones que se establecen entre ellos y los contendientes son importantes.

Temas importantes. De acuerdo con el PEW Research Center, los temas más importantes para los electores son: economía (84%), terrorismo (80%), política exterior (75%), salud (74%), armas (72%) e inmigración (70%).

Con respecto a cuál de los contendientes se ocuparía mejor de cada asunto, Clinton gana en lo referente a los temas de relaciones interraciales (66%), política exterior (54%), políticas de salud (54%), manejo de la inmigración (51%) y administración del gobierno federal (49%); mientras que Donald Trump la supera en mejora de las condiciones económicas (48%), defensa ante ataques terroristas (48%) y en enfrentar los intereses de grupos de presión (50%).

Gallup, por su parte, ha encontrado que Trump adelanta (53%) a Clinton en la percepción de la gestión económica, así como en creación de empleos (52%) y contraterrorismo (50%); Hillary muestra superioridad en educación (61%), salud (56%), política exterior (59%), inmigración (52%) y tratamiento de las minorías (67%).

“Plebiscito”. Un experimentado consultor político norteamericano decía que toda elección es un plebiscito sobre el gobierno que termina. La aprobación o rechazo de la gestión del presidente Obama será uno de los factores claves en esta elección.

Hace un año, el ocupante de la Casa Blanca tenía porcentajes negativos, hoy la gran mayoría de las encuestas apuntan en sentido contrario: Economist-You gov +2%, Gallup +8, Fox News +11, USA Today + 5, Ipsos -1, Quinnipiac +10.

Esta aprobación, junto con la disminución del desempleo, constituyen elementos positivos para los demócratas.

En los próximos días tendrá que prestarse mucha atención a las encuestas en los estados en disputa, el resultado lo deciden el número de electores que se logren en estas regiones.

El voto estará marcado por la diversidad étnica, generacional y de género. Latinos, negros, clase trabajadora blanca serán los grandes protagonistas, sin olvidar a las mujeres.

La aprobación o rechazo de Obama jugará un rol importante, y acontecimientos de política internacional o acciones terroristas podrían afectar la intención de voto. Sin embargo, si persisten las condiciones existentes, la victoria de Hillary es probable, a pesar de las opiniones desfavorables sobre su persona; rechazo que, para su consuelo, comparte con Trump.

El autor es politólogo.